sábado, 31 de diciembre de 2011

Los días de 2012



Cada día debe tener un proyecto, unos deseos, un trabajo, un descanso, un rato de lectura, otro u otros de placer, un tiempo de actividad física, unos momentos para pensar en ti mism@ y en lo que haces y en cómo lo haces, para informarte bien de lo que pasa en el mundo y de lo que se necesita, ocasiones para conversar con las personas a las que quieres, para sonreírles y para ser cariños@s con ellas, un poco de memoria de lo que has hecho y, siempre, mucho, mucho amor.

Si te gustan los días así, constrúyelos a lo largo de todo 2012. Suerte.

Eufemismos

No te pierdas la Copla del eufemismo que canta la cubana Marisela Venera y que relata el extraño uso que hacemos a veces de las palabras para expresar de forma extraña lo que se puede decir con mayor claridad. Puedes escucharla aquí.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Españoles, pero no ciudadanos






Fíjate bien. Cuando habla Rajoy, no nos trata como ciudadanos, sino como españoles. Ser español es un concepto que hace referencia a la naturaleza, al lugar de nacimiento. En última instancia, tiene referencias sentimentales, afectivas y también individualistas. Ser ciudadano es, en cambio, un concepto cultural, que responde a una creación humana y hace referencia a la pertenencia a un grupo, a la ciudad. Implica, además, ser sujeto de una serie de derechos y también una concepción del ser humano igualitaria, porque a la ciudad pertenecemos todos. 


Cuando Rajoy nos trata como españoles, no se está refiriendo a nosotros como seres culturales, sino como a meros seres vivos, seres intercambiables, manejables, meros números. Esta es una de las claves del retroceso cultural en el que nos ha metido la ignorancia, la despreocupación y la anestesia que ha sembrado con enorme éxito la derecha entre nosotros. Cuando Rajoy quiere quitar la Educación para la Ciudadanía de los planes de estudios, no quiere quitar una mera asignatura, sino suprimir una idea de ciudadano como ser con derechos, por ejemplo, a casarse con quien quiera, a tener la orientación sexual que quiera y a hacer con su vida lo que prefiera. El ideal de la derecha de Rajoy es el de crear seres que no se enteren de los manejos que sufren, que no sean capaces de criticar lo que ocurre y que acepten sin rechistar los designios que desde arriba quieren crear individuos uniformes, tontorrones y dóciles, que no ofrezcan resistencia a sus manejos y a sus negocios. Debes andarte con ojo, porque peligra tu vida concreta.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Violencia de género, no otra cosa



No sé si la señora Ana Mato, ministra de Sanidad, de no sé qué más y de Igualdad, no tiene ni idea de lo que les ocurre a las mujeres o es que tiene “otra” idea. Que a estas alturas del mundo, después de muchos años de lucha feminista y de intentar el respeto de los derechos humanos tanto en los hombres como en las mujeres, una mujer, dirigente política, ministra de un gobierno y supongo que universitaria, no sepa o no quiera usar el término “violencia de género” para caracterizar un caso de asesinato machista da mucho que pensar. Sobre todo, da que pensar que esta señora tiene interés no en defender a las mujeres, sino a los hombres que practican ese tipo de discriminación injustificable que es el machismo.

Ante el fenómeno del machismo no caben posturas intermedias: o se lucha abierta y claramente contra él o, por el contrario, se le hace el juego y se le ayuda directa o indirectamente a persistir. Esta segunda alternativa es la que abrazan las mujeres poco concienciadas, generalmente de derechas, con una mentalidad antigua y preilustrada, que, deslumbradas por el poder, que dentro de esa ideología es casi siempre machista, no quieren perder su estatus y son capaces de ir contra las personas de su propio sexo con tal de mantener su cuota de mando. Y cuando hablan, los disparates suelen aflorar con facilidad y ponen en entredicho su capacidad para ocuparse del cargo que tienen.

Lo que ignoran estas personas es que la diferencia de sexo entre hombre y mujer es de tipo biológico, anatómico y fisiológico. Hay diferencias corporales, incluso de pensamiento, que no deben ni pueden justificar ningún tipo de discriminación por razón de sexo. La cuestión aparece cuando a las mujeres se las educa y se espera de ellas que lleven a cabo una serie de funciones en la sociedad y, en cambio, a los hombres se les asocia otras funciones distintas. Surgen así los géneros, masculino y femenino, y se entiende que los hombres tienen que desarrollar las funciones masculinas y las mujeres, las femeninas. Esto es lo que quiere el machismo, que ya se ocupa de que las funciones masculinas sean las importantes, las que detentan el poder y las que se consideran superiores, mientras que las femeninas son las secundarias, las encargadas de obedecer y las que desarrollan las tareas inferiores. En esto consiste la organización machista de la sociedad basada en la división en géneros de las funciones sociales. Esta es la visión de la sociedad que transmite la educación tradicional, influida por el machismo político, por las religiones y por el interés descarado de algunos hombres de mantener sus privilegios patriarcales a costa de la libertad y de las vidas de las mujeres.

La violencia de género surge cuando el hombre, actuando en nombre de la supuesta superioridad del género masculino sobre el femenino, se encuentra con que la mujer no le obedece, no cumple con lo que el machista espera de ella o exige comportamientos que él cree que no son propios de su género. Entonces es cuando, dejándose llevar por un carácter mal controlado, por una animalidad mal educada y en ejercicio de esa pretendida superioridad, es capaz de reprender y castigar a quien le ha desobedecido y quien no ha cumplido con lo que se esperaba de ella, de acuerdo con su género. La violencia de género es, por tanto, siempre consecuencia de una mentalidad machista y de una pretendida e interesada superioridad del hombre sobre la mujer. Se llama de género, precisamente porque la lleva a cabo un miembro de un género -el masculino- sobre otro del otro género -el femenino- y, además, en nombre de la supuesta y nunca demostrada superioridad del género masculino sobre el femenino. Prescindir de este carácter de género para referirse a los casos que lamentablemente se dan en nuestra sociedad es no describir correctamente el problema, no descubrir lo que hay debajo de estos crímenes, hacerle el juego al machismo, que es la mentalidad responsable de estos desmanes, e ir en contra de las propias mujeres, porque oculta las verdaderas causas del problema y, en el fondo, se hace cómplice de los machistas.

Esto es lo que debería saber la señora Mato y esto es lo que hace que dé pena ver a toda una ministra de Igualdad decir tonterías y disparates e ir, en definitiva, en contra de las propias mujeres. Desde que leí a Platón, siempre he pensado que los aficionados y los ignorantes deberían quedarse en casa y ponerse a estudiar.

martes, 27 de diciembre de 2011

La homosexualidad no es una enfermedad



Tenemos que prepararnos para las políticas intolerantes con todo lo que no sea la heterosexualidad. Las muestras que han dado los miembros del partido en el poder en España de no entender o de no querer entender la libertad en la orientación sexual de cada cual son muchas. Llego a casa y me encuentro con que todavía hoy se vende un libro estúpido que considera la homosexualidad como una enfermedad. El nivel humano de nuestra sociedad está aún por los suelos y hay que prepararse para defenderse de estos ataques. Yo soy heterosexual y tengo una familia, pero como ser humano creo que tengo que defender los derechos humanos de todos y debo defender a las personas que tienen una orientación sexual diferente a la mía, porque tienen el mismo derecho que yo a orientarse a donde les dé la gana y a formar una familia, si quieren, con los mismos derechos que la mía.

Hay, me parece a mí, un grave problema por debajo de todo esto. El partido que acapara casi todo el poder en España no cree en la igualdad. Se les nota enseguida en cuanto hablan o en cuanto hacen cualquier cosa, por pequeña que sea. Hay que defender la igualdad y hay que explicar en todas partes que todos somos iguales, que todos tenemos los mismos derechos y que no se puede discriminar a ningún ser humano.

Que quede bien claro que la homosexualidad no es ninguna enfermedad y que la homofobia es una aberración ética y política.

Sun Ra Arkestra

domingo, 25 de diciembre de 2011

Cuando nace un niño

Mi amiga Ana María me regaló un día esta canción y yo creo que es una buena reflexión para un día como hoy.


jueves, 22 de diciembre de 2011

La lotería



La lotería es una oportunidad más de buscar el sentido de la vida fuera de uno mismo. "Si me toca el gordo, yo ...". Seguramente yo seguiré igual, defendiendo los mismos valores o quizás algunos peores, es posible que trabaje menos, que engorde más y que me aburra un poco. Es la trampa del dinero, que te hace creer que lo que importa está por ahí, cuando lo que verdaderamente te va a aportar felicidad está dentro de ti. Hay que buscar una lotería que te toque cada día.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

martes, 20 de diciembre de 2011

Saida Karoli



Lo que queda



Hay que ir siempre hacia adelante. El fin está delante y tiene que ser distinto y mejor que el punto de partida. Si no se entiende así, es muy posible que no le encontremos sentido a la vida.

Pero ir hacia adelante exige derrochar energía y eso cuesta. Puede que, para hacer acopio de fuerzas y poder construir el camino, haya que contemplar, mirando hacia atrás, en el pasado remoto o cercano, la parte buena de nuestra vida, la gente tan humana que hemos tenido la fortuna de encontrar, el cariño que hemos podido dar y recibir, las sonrisas que nos han regalado sin que las hayamos pedido, el cariño que hemos dado y el que hemos recibido, los abrazos en los que la vida nos ha hecho encajar, la solidaridad que has generado y la que han generado para ti. Siempre hay algo detrás de lo que se puede echar mano. Y si no encuentras nada, siempre, al menos, te queda la ética.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Maneras de no ver




Hay quien no ve porque no tiene vista.
Hay quien no ve porque no mira.
Hay quien no ve porque no quiere mirar.
Hay quien no ve porque no sabe mirar.
Hay quien no ve porque, aunque mire, tiene ya en los ojos la imagen que quiere tener de aquello que está mirando.
Hay quien no ve porque sus creencias le impiden ver ciertas cosas.
Hay quien no ve porque siempre está rodeado de demasiada luz.
Hay quien no ve porque suele estar a oscuras.
Hay quien no ve porque sólo se mira a sí mismo.
Hay quien no ve porque no le gusta nada de lo que hay.
Hay quien no ve porque no entiende nada.
Hay quien no ve porque no tiene criterio propio.
Hay quien no ve porque siempre está demasiado lejos.
Hay quien no ve porque está demasiado cerca.
Hay quien no ve porque tiene delante el árbol.
Hay quien no ve porque le gusta ir con gafas de sol cuando es de noche.
Hay quien no ve porque mira con los ojos cerrados.
Y hay quien ve, a pesar de ser ciego.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Antonio Gala y la muerte




Acabo de oír la entrevista que Montserrat Domínguez le ha hecho a Antonio Gala en la SER. Me ha impresionado y me ha emocionado oir a un ser humano hablar con tanta naturalidad de la muerte. Me ha parecido una actitud tan humana, tan poco afectada, tan poco desvirtuada por las religiones y por las imaginaciones ultramundanas, que, junto a la pena, ha hecho que surja en mí un foco de paz, de sosiego.

¿Por qué Antonio Gala puede hablar así de la muerte? Seguramente porque a lo largo de toda la vida ha procurado estar vivo, ha intentado vivir, ha preferido no desperdiciar el tiempo y ha querido estar en la vida como un ser vivo.

Todos tenemos unos valores, aunque no los conozcamos. Se trata de saber cuáles son y de ponerlos en práctica, de hacerlos reales, porque para eso son valores, para eso valen. Se trata de hacer algo en la vida, algo que sea nuestro, algo que nos merezca la pena. Hay que rechazar el confundir la vida con engordar el culo delante del televisor o con anestesiar el tiempo dependiendo de lo que haga el equipo de fútbol de turno. Se trata de crear. Lo que sea, pero crear. Se trata de no aislarse de los demás. Los demás son míos también y mi vida debe ser también la de todos. Se trata de intentar que se realicen las grandes ideas, pero sin olvidar los pequeños detalles, los que nos hacen sentir con intensidad la vida en contacto con las personas que tenemos cerca. Se trata de no andar a la velocidad que nos marca el mundo, esa cosa loca que entre todos estamos ayudando a parir, sin saber que lo estamos haciendo. Se trata de no perder el sosiego ante nada. Se trata de que te quieras a ti mismo, a ti misma, para que así puedas querer en las mejores condiciones posibles a los demás. Se trata, por tanto, de amar. Y también de poder expresar el amor. Se trata de algo muy sencillo, pero lleno de complejidad. Se trata, por encima de todo, de vivir. Ánimo Gala.

Puedes oir la entrevista aquí.

Anthony Joseph

viernes, 16 de diciembre de 2011

Se murió





Creía que ya se lo sabía todo. Se pasaba el día dando explicaciones. No tenía el menor deseo de aprender, sino de enseñar, que era la manera que tenía de intentar quedar por encima del que él creía ignorante. Consideraba que ya estaba todo inventado. Lo nuevo era condenable por ser nuevo, no porque fuera malo. Las cosas las veía cada vez más simples. Lo complejo no era más que un conjunto inútil y absurdo de complicaciones prescindibles. Los demás no tenían gran interés para él, salvo porque le escuchaban y le servían de ocasión para sentirse necesario, aunque no lo fuera para nadie. Se sentía seguro en la rutina. Sus gestos denotaban que era una lata tener que estar siempre aclarando cómo eran las cosas. No leía nada porque no tenía ninguna necesidad de hacerlo. No hacía deporte porque pensaba que eso le iba a embrutecer. No exteriorizaba sus sentimientos. Ni se le pasaba por la mente emocionarse en público. Solía decir que las mujeres tenían su forma de ser y sus cosas, pero que él no entraba en ese terreno. Los políticos se equivocaban todos porque no hacían lo que él creía que tenían que hacer. Comía mucho y casi siempre lo mismo. Sus horarios se repetían día tras día, siempre iguales. Iba de aquí para allá, pero, en realidad, estaba muerto desde el día en el que le resultó más cómodo dejar de crecer, dejar de ser para contentarse con estar.


jueves, 15 de diciembre de 2011

Angela de piedra



De vez en cuando la humanidad origina figuras un tanto extrañas que lucen entre sus características la de la terquedad. El siglo XX vio con pesar a la dama de hierro, que se hartó de hacer el bien a una minoría y el mal a todos los demás. Hoy el mundo contempla el comportamiento empecinado de Angela Merkel, que aún no tiene apelativo para la posteridad, pero que parece una dama de piedra. Hierro, piedra ... Esto nos retrotrae a épocas muy pasadas, pero el neoliberalismo no es que mire para adelante precisamente.