viernes, 23 de abril de 2010

Miedo


Insisto en el tema del miedo. Lo he explicado también en clase. Toda la educación tradicional está organizada en torno al miedo. Le llamaban temor de Dios, pero no era más que vivir temiendo que todo terminara en la condena eterna del infierno, en lugar de en el paraíso. Si no vivías de una determinada manera, poco excitante y nada apetecible, podías acabar mal tus días. Te pintaban un infierno inhumano, con tormentos eternos y sufrimientos insoportables. Cuando ya te habían inoculado el gran miedo, comenzaban con los miedos más cotidianos. Miedo a tu padre, más que a tu madre. Miedo a las autoridades, a los profesores, al qué dirán, a los vecinos, a la gente, a cualquier cosa. Se trataba de crear seres dóciles, sin capacidad de protesta ni de reivindicación, cuyo móvil para actuar fuera siempre acompañado por el miedo.

Lo peor de todo era que no actuabas por convencimiento, porque tu razón te impulsara a hacer tal cosa o a encaminarte en determinada dirección, sino que todo lo hacías por miedo. Estudiabas por miedo, te relacionabas con miedo, te divertías con miedo, decidías con miedo y terminabas dándote miedo de no tener miedo en alguna ocasión.

Cuando decidías –si lo decidías- quitarte el miedo de encima, te dabas cuenta de que lo que habían tatuado en tu alma desde tu tierna infancia era prácticamente imposible de quitárselo del todo. Si haces que lo primero que vea un pato recién nacido sea un pato de trapo, pensará durante toda su vida que ese muñeco es su madre y no se separará de él. Es una impronta que le durará toda su vida. Así ocurre con el miedo.

No le metas a tu hijo el miedo en el alma ni, mucho menos, a tu hija. Hazlos fuertes. Acostúmbralos a que actúen por convicciones y no por miedos. Búscate tú también los miedos en tu interior, ponlos debajo del tacón y písalos con toda la fuerza que te den tus ganas de vivir. Que no te dé miedo hacerlo.


jueves, 22 de abril de 2010

Pañuelo / 1


Hay actualmente una polémica sobre el derecho al uso del velo por alumnas de cultura o de religión musulmanas. Al parecer, el problema está en si se les permite asistir a clase con el hiyad, el pañuelo que les cubre el pelo, o si, por el contrario, se debe prohibir su uso.

Reconozco que, como siempre que hay valores y derechos en conflicto, la solución es difícil. Por eso, te invito a que pongas aquí tus argumentos o tus reflexiones, con el ánimo de que podamos aclararnos todos un poco más.

Lo que a mí se me ocurre sobe este asunto es lo siguiente:

  1. El problema del velo es muy complejo porque no puede ser interpretado únicamente en clave religiosa. Ya desde este punto de vista es controvertido aun dentro del propio Islam. Pero es que, a la vez, el velo tiene un componente machista, de dominación de la mujer por parte del hombre, otro componente de identificación cultural, otro de moda, otro de imposición familiar y, no sé si por fin, otro de libre elección personal. Simplificar el problema considerando únicamente el componente religioso es no entender la situación y ponerse en riesgo de cometer un disparate.

  2. Creo que hay que tener presente que el uso del velo es un derecho individual. Y los símbolos religiosos pueden enfocarse o bien desde una perspectiva individual o bien desde una colectiva, institucional. Quiero decir que es distinto plantearse si se ponen crucifijos en las clases que si una alumna se pone el velo. En el primer caso, la institución obliga a todos a participar de un símbolo religioso. En el segundo, cada cual se pone o se quita lo que quiere, sin que se obligue a los demás a hacer lo mismo ni a participar de ninguna simbología.

  3. Una vez conocí a una profesora que no permitía que, en la época del calor, las alumnas fueran a clase con una camiseta de tirantes, es decir, sin mangas. A mí me parecía ridícula tal pretensión por lo que tenía de imposición a los demás de una elección propia. ¿Con qué derecho obligaba la profesora a las alumnas a ir a clase como a ella le daba la gana? Una cosa es debatir sobre la idoneidad de un determinado atuendo para asistir a un sitio o a otro y otra es imponer criterios propios a los demás. Creo que se debe debatir con argumentos racionales sobre por qué no conviene ir a un concierto en el Auditorio Nacional en chándal ni a una discoteca en calzoncillos. Pero otra cosa bien distinta es obligar a los demás a que vayan como uno cree que deben ir.

  4. Yo tengo en clase alumnas que van con velo. Por una idea básica de respeto, no me he atrevido nunca a preguntarles por qué lo hacen ni mucho menos a decirles que se lo quiten o que se lo pongan. Lo que sí he hecho es debatir asuntos que creo que pueden ayudarles a que ellas mismas confirmen que deben ponérselos o a que decidan que deben quitárselo. Por ejemplo, he contado las razones higiénicas por las que no es conveniente permanecer en lugares cerrados con la cabeza cubierta, ya que el pelo sufre un calor excesivo y puede caerse. He hablado también de las costumbres machistas de obligar a la mujer a vestirse de una determinada manera y del machismo asumido por algunas mujeres que ven como normales estas reglas impuestas por los hombres. Pero esto lo hemos debatido todos y todas, tanto los que pretenden ir a clase con una gorra puesta como las que van con el velo o los que no llevan ninguna de las dos coass. Y, en lo individual, allá cada cual con su atuendo y con su pelo y con su imagen y con su vida. ¿Van a salir mejor formados como personas si se les obliga a ponerse el velo o a quitárselo? Lo que nos forma es saber el por qué de cada norma.

  5. El por qué de cada norma. Me parece que esta es la clave. El 70% del calor corporal tiende a salir por la cabeza. Si estás en un lugar en el que no hace frío y te cubres la cabeza, el pelo sufre un sobrecalentamiento dañino para él. Esto es lo que hace, por ejemplo, que en los pueblos en donde los hombres tienen la costumbre de ir siempre con la boina puesta muchos de ellos estén calvos. Lo que te hace cumplir una norma es su racionalidad. Y la razón, no el interés o el capricho, debe suministrar argumentos universales, válidos para todos.

Recuerdo que una vez presenté esto ante un grupo de profesores como el argumento que justificaba el que los alumnos no fueran con gorra a clase y como lo que había que decirles para convencerlos. Algunos profesores ponían cara de extrañeza y otros claramente se reían. Participaban de la idea de que las llamadas normas de educación son como caprichos establecidos que hay que cumplir de manera más o menos ciega y automática. Esto es muy pernicioso. Cada norma debe tener detrás una razón que haga ver la necesidad de cumplirla. Si no es así, hay que buscarla y, si no se encuentra, no hay por qué cumplirla. No somos marionetas cumplidoras de normas, sino seres humanos que debemos actuar racional y libremente.

  1. No acabo de entender que quienes se empeñan en defender que en la escuela pública se den clases de religión se permitan el lujo de opinar que las alumnas no deben usar el velo. Creo que quien piense así muestra un extraño perfil intelectual y una dosis de hipocresía que lo hacen peligroso para la convivencia en la sociedad.

  2. Pero esta es mi opinión, que sigue en proceso de búsqueda de elementos que la perfilen un poco más. No sé si tú querrías decir algo.

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miércoles, 21 de abril de 2010

Moderno


Quería ser moderno, así que me teñí unas mechas en el pelo y me dejé una discreta crestecita en el centro de la cabeza, me hice un par de tatuajes en los brazos y otro en la pierna, me puse un pendiente en la oreja y me incrusté un piercing en la ceja. Me puse una camiseta con dibujos potentes y unos pantalones vaqueros rotos y con varios bolsillos bien marcados. Una chupa que simulaba ser de piel vieja, unas gafas de sol pegadas a la cara y unas deportivas bastante grandes completaban mi atuendo. Me parecía que, más que moderno, era casi contemporáneo.

Cuando ya había interiorizado mi nuevo atuendo y lo llevaba con naturalidad, me encontré por la calle a un viejo conocido, al que había dejado de tratar porque era un odioso y un creído, y el muy imbécil me soltó:

“Has variado mucho de look, pero no has logrado quitarte la expresión de estúpido de tu cara ni cambiar tus modales ordinarios.”

Pensé que hay gente que tiene muy mala leche y que debería callarse para no hacer daño.


martes, 20 de abril de 2010

Incompetencia / 2

Foto tomada del diario El País

Pero la favorita de la condesa lideresa y anglófila confesa ha organizado en su departamento otra manifestación de manifiesta incompetencia. Quieren promocionar los colegios e institutos bilingües. Basta con que en ellos se den dos asignaturas en inglés, pero a eso lo llaman bilingües. Cuesta el proyecto unos 13 millones de euros, pero en propaganda, en época de restricciones de todo tipo en educación, se han gastado casi 2 millones de euros. Aún no he oído a nadie de la oposición que haya puesto el grito en el cielo ni en la mesa protestando por tal disparate.

El caso es que el eslogan que usan en la propaganda es una parodia del Yes, we can, de Obama. En este caso es Yes, we want. El caso es que esta es una frase mal construida en inglés, puesto que el verbo exige la compañía de un complemento directo para que la sintaxis funcione. De manera que para fomentar el estudio del inglés, tampoco tienen inconveniente en emplear una frase mal construida, incorrecta. También da igual. Lo importante es el fin que se pretende conseguir. Los medios empleados no importan. Neoliberalismo por todas partes. Gente tragando disparates por doquier. La incompetencia sentada en el sillón del poder. La mediocridad dirigiendo los destinos de los ciudadanos. La anestesia contaminando el aire que respiramos y las ideas que consumimos. Nadie ha pedido disculpas por el uso del dinero público para estos disparates. Seguimos tragando.

lunes, 19 de abril de 2010

Incompetencia / 1


La condesa, esa que va de lideresa y que se pone tan tiesa para gobernar la res publica de Madrid, no está teniendo últimamente mucha suerte con la corte de yernos y nueras de la que se rodea para ejercer lamentablemente su oficio de regir los destinos de los que ella trata como a sus súbditos. Entre espías, gürtelistas, dimisiones y disparates surtidos, la cosa está como está desde hace tiempo, sin que la clientela se dé cuenta de cómo le viene la tormenta.

Una de sus nueras, quizás su favorita, encargada de los asuntos de la Educación, tiene el reciente honor de haber generado en su Departamento dos sucesos dignos de mención y de los que queremos dejar aquí constancia.

El primero se refiere al invento de la Prueba de Conocimientos y Destrezas Indispensables, un examen voluntario para los alumnos de 3º de ESO, sin validez académica, pero que quieren que se incluya en sus respectivos expedientes y con el que generan luego una clasificación de los Centros, que terminan publicando. Si un año vienen alumnos más aptos, el Centro sube. Si al año siguiente vienen menos aptos, el Centro baja.

Es como si no se fiaran de las calificaciones que ponen los profesores en el desarrollo normal del curso y tuvieran que diseñar una prueba mucho mejor, más objetiva y más reveladora de los conocimientos de los alumnos. Debe ser por eso que este año han propuesto en la parte de matemáticas el siguiente problema:

“Andrea abre un libro y observa que la suma de los números de
las dos páginas que tiene delante es 99. ¿Cuáles son esos números?”

Cualquiera puede comprobar que este es un problema perfecto para ver si un alumno es espabilado o no y mucho más idóneo que los que ponen en clase los profes habituales. Por lo demás, es sencillo de resolver. Si sumamos el número de la página x más el de la siguiente, que será x+1, tiene que salir 99. Por tanto, una página será la 49 y la otra la 50, que son los números que dice el enunciado que ve Andrea cuando abre su libro.

Pues si tomas cualquier libro, amigo lector, e intentas abrirlo de forma que, como Andrea, observes esas páginas, comprobarás que no, que es imposible. Cualquiera que tenga contacto frecuente con los libros sabe que, en uno abierto, las páginas de la izquierda son siempre pares, mientras que las de la derecha son impares. Bueno, cualquiera, menos los sesudos y desconocidos profesores de la Comunidad de Madrid que se prestan a elaborar estos magníficos exámenes, que no se fijan en esas cosas, quizás por una deficiente formación en lectura comprensiva, o por poco celo en el ejercicio de su misión o, no quiero ni pensarlo, por haber extendido su neoliberal lema de “Todo vale” al campo de la enseñanza. No deseo imaginar que hayan considerado que qué más da lo que vea Andrea, que lo importante es el fin -o sea, llegar a “49 y 50”- y que los medios o las circunstancias son lo de menos. Y no han pedido disculpas. Les da igual. No tienen sentido del ridículo. Toman a los ciudadanos por tontos sin darse cuenta de que son ellos los que hacen las tonterías. Si no fuera porque me dan temas para escribir estas notas, deberían dimitir.

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jueves, 15 de abril de 2010

Encierro

Foto: Diario El País.

Ya lo dije una vez aquí: se están colando. Están resucitando al compás de una sociedad que va muriendo de indiferencia, de ignorancia, de indolencia y de sobredosis de anestesia tecnológica. A estas alturas de la historia hay que volver a encerrarse contra el franquismo, contra las fuerzas de la caverna que estaban agazapadas bajo el manto de la transición.

Nunca me cayó simpático el juez Garzón, pero lo que está en juego ahora no es la simpatía o las cualidades personales de nadie, sino una idea de sociedad, de justicia y de convivencia.

Hay dos incógnitas que despejar: el futuro del juez Garzón y el futuro de la justicia en España. Hoy, el juez Garzón es una víctima y mi conciencia me pide solidaridad con él. La justicia en España lleva ya un tiempo en una cierta caída libre cuyas consecuencias ignoro, pero que ni de lejos parecen positivas.

Página de solidaridad en Facebook.



miércoles, 14 de abril de 2010

No es momento de huir


Querido ser humano que me lees:

Si sigues la situación política española, puede que sientas asco, o quizás indiferencia, o puede que miedo. Antes de que tomes una determinación, no olvides que lo que está en realidad en peligro es la democracia, no el gobierno de un partido o de otro. Se está llevando a cabo un atentado blanco contra la democracia. Sin disparos, sin violencias declaradas, a través de la legalidad vigente, los que quieren por encima de todo gobernar para satisfacer sus intereses están al acecho. No abandones la situación, a menos que quieras que ceda la democracia. La situación me parece que es peor de lo que parece. No es momento de huir.

lunes, 12 de abril de 2010

Individualismo


El individualista no valora la libertad, sino que la adora. Cuando alguien le habla de los demás, de propuestas sociales o colectivas, se le encienden las luces rojas de las entrañas, invoca su inquebrantable fe liberal, se abraza a su necesidad de poder hacer lo que le venga en gana y le reza a su dios político para que castigue a quienes osan poner la igualdad por encima de la libertad. Este dios liberal predica e intenta hacer también lo que le da la gana, lo que más le conviene, y sabe que hay muchos fieles que le profesan una interesada adoración sin medida. El problema de esos fieles es que no se dan cuenta de que el liberalismo es piramidal y que el que está arriba, sea en el escalón que sea, siempre hace lo que le da la gana a costa de los que están abajo, a los cuales explota y oprime. Y los que están muy arriba temen, además, la eventual rebelión de los que están abajo, que pueden decidir en algún momento poner a otro, cuando su fe les lleve a imaginar que este otro les va a permitir ejercer más libertad que el anterior. Son incapaces de ver cumplida la fe que profesan y juegan entre ellos y con nosotros basándose en la explotación y en el miedo.

De Un mundo mejor


Para hacer un abrigo de piel se necesitan 120 crías.

viernes, 9 de abril de 2010

Venga



El periódico lo compro todas las mañanas en una papelería que está en el camino desde mi casa al autobús. Me suele atender un señor que a veces se pone a desayunar en la propia papelería a las horas punta, pero que es muy amable. Suele despedirme con la expresión “Que tenga un buen día”, que a mí me sabe más a expresión atenta que a rutina.

Pero de vez en cuando, en su lugar está un tipo estéticamente desagradable, que grita más que habla y que se expresa como si quisiera dar a entender al mundo que allí manda él, más incluso que el pobre cliente que entra allí con toda la prisa metida en el cuerpo. Un día, no hace mucho, cuando le pagué el periódico y le dije “Adiós, buenos días”, por toda contestación me soltó “Venga”.

No trago esta dichosa expresión. Ni la entiendo ni me parece que tenga la menor dosis de elegancia. Parece una orden, o la sugerencia de que te quites pronto de en medio porque hay otras muchas cosas que hacer. En todo caso, la considero como una muestra más de la cada vez mayor ausencia de significado en el uso del lenguaje en la vida cotidiana.

Me explico. Creo que crece esa manera de vivir que consiste en decir y hacer cosas sin ser conscientes de lo que se dice o lo que se hace. Por ejemplo, saludar significa desear salud a quien te encuentras o querer que tenga un buen día o, al menos, tener un detalle cariñoso con esa persona. No sé cuál será el significado de “Venga”. No es el único caso. Todos los elementos positivos y agradables que tiene la realidad quedan subsumidos hoy en la expresión “Qué guay”, que sabe Dios (o no) qué significará de manera concreta. Al igual que “mola”, o “es lo más”, o la manía de calificar cualquier pequeña subida de tono en alguna cualidad como “super, mega, hiper”. Cuando tal subida sea verdaderamente significativa, no sé qué expresión se usará para designarla. Por no hablar de la funesta manía de soltar expresiones en las que falta el sujeto o el verbo o cualquier otro elemento que contribuya a expresar el significado.

Ojalá me equivoque, pero me parece que vamos volviendo de prisa a la era del gruñido, a la forma sin contenido, a la apariencia vacía, a la nada rellena de ruido.

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jueves, 8 de abril de 2010

Sé tú


Si quieres impresionar, huye de lo impersonal. No uses lo que se lleva porque se lleve. Ni pienses lo que se piensa porque se piense. Desarrolla la creatividad, fomenta la crítica razonada, nunca la caprichosa ni la absurda. Acostúmbrate a ponerte en el lugar del otro antes de hablar o de actuar. No te olvides de que a pesar de las diferencias, todos somos iguales, tenemos los mismos derechos y debemos dar y recibir el mismo trato. Aprende a valorar los riesgos y no renuncies a ellos de antemano. No confundas lo que tiene gracia con lo que no tiene ninguna. Descubre la importancia de los pequeños detalles. Convéncete de que una sonrisa tuya le puede cambiar la vida a una persona durante no se sabe cuánto tiempo. Sé cariñoso. Sé cariñosa. Si a alguna persona no le gusta que seas así, no lo seas con ella, pero no dejes nunca de ser cariñoso ni cariñosa. Si necesitas algo, dalo tú antes. Sé generoso y tolerante mientras no te saquen de los límites de lo razonable. No mientas. Que tener información sea importante para ti. Cuídate para estar en las mejores condiciones posibles para hacer algo por los demás. No molestes nunca. Intenta preguntarte siempre el por qué de todo, aunque tengas que conformarte muchas veces con un porque … Valora la sencillez y la claridad. No te refugies en las paredes, que suelen estar sucias e invitan a descansar. Participa en todo. Reflexiona sobre lo vivido. Huye de los prejuicios. No te adocenes. Sé tú.

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miércoles, 7 de abril de 2010

Justicia


Excelentísimo señor presunto delincuente:

Le agradezco mucho que tanto usted como el Ilustrísimo señor juez que le atiende me hayan hecho ver con claridad que la justicia no es ni el ideal de una organización de la sociedad ni el procedimiento para que resplandezca el bien y sea perseguido y eliminado el mal. Por el contrario, me han convencido ustedes de que es un entramado legislativo en el que cae el pardillo que no sabe dónde están los agujeros. En cambio, el que conoce los resquicios, las fisuras y los coladeros entra por ellos con el beneplácito de algún profesional de la cosa, de esos que están siempre propicios a ejercer una diestra liberalidad.

Ni ustedes dos creen en la justicia. ¿Cómo quieren que creamos los demás? ¿Nos toman por tontos?

Ojalá la vida me mantenga siempre lejos de su justicia.

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martes, 6 de abril de 2010

Superior / Inferior


El superior nunca piensa ni se preocupa por si es superior o no. Sólo el que es inferior está siempre dándole vueltas a su ansiada y supuesta superioridad.


domingo, 4 de abril de 2010

Músicas sagradas

No todo lo sagrado es religioso.

No toda la música sagrada es música religiosa,

aunque hay músicas religiosas que sí son sagradas.


sábado, 3 de abril de 2010

Músicas sagradas

No todo lo sagrado es religioso.

No toda la música sagrada es música religiosa,

aunque hay músicas religiosas que sí son sagradas.



viernes, 2 de abril de 2010

Músicas sagradas

No todo lo sagrado es religioso.

No toda la música sagrada es música religiosa,

aunque hay músicas religiosas que sí son sagradas.


jueves, 1 de abril de 2010

Músicas sagradas

No todo lo sagrado es religioso.

No toda la música sagrada es música religiosa,

aunque hay músicas religiosas que sí son sagradas.



miércoles, 31 de marzo de 2010

Músicas sagradas

No todo lo sagrado es religioso.

No toda la música sagrada es música religiosa,

aunque hay músicas religiosas que sí son sagradas.


martes, 30 de marzo de 2010

Músicas sagradas

No todo lo sagrado es religioso.

No toda la música sagrada es música religiosa,

aunque hay músicas religiosas que sí son sagradas.

lunes, 29 de marzo de 2010

Músicas sagradas

No todo lo sagrado es religioso.

No toda la música sagrada es música religiosa,

aunque hay músicas religiosas que sí son sagradas.



domingo, 28 de marzo de 2010

Músicas sagradas

No todo lo sagrado es religioso.

No toda la música sagrada es música religiosa,

aunque hay músicas religiosas que sí son sagradas.

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sábado, 27 de marzo de 2010

viernes, 26 de marzo de 2010

Trato


No me gustó nada la forma que tuvo el tipo este de tratar a la camarera. Eres como actúas y se nota en lo que haces. Siempre, pero especialmente cuando tratas a las personas que están a tu servicio: a tus empleados, a los camareros, a los vendedores, a los médicos, a la gente que, en principio, te tiene que tratar bien a ti. Es ahí en donde se nota enseguida si eres un machista, un racista, un xenófobo, un discriminador, en definitiva. No me gustó nada esa manera de tratarla desde arriba, como si fuera no una servidora, sino una sierva, y con ese aire despectivo, despreciativo, tan poco cordial, tan pobremente humano. Con gente actuando como este tipo es como se está formando este mundo de mierda.

jueves, 25 de marzo de 2010

Espejo


“Ándate con siete ojos, que la vida pasa demasiado de prisa y corremos el riesgo de no enterarnos de nada. Busca. Investiga. Huye de la ignorancia. Pregunta. Frecuenta la gente que tenga algún interés. Escucha. No pierdas el tiempo. No hagas sólo lo que te apetece, porque te convertirás en un inútil incapaz de hacer lo que debes hacer. Comprueba si creces o no. Ama. Fomenta la creatividad. Cuida tu salud física y tu salud mental. Que vean siempre en ti a un ser humano que actúa como un ser humano. Y ten memoria, sobre todo para lo agradable.” dije mirándome en el espejo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Movilízate por la selva

La etóloga Jane Goodall, una científica con una trayectoria interesantísima que merece la pena que se conozca, ha promovido la campaña Movilízate por la selva para intentar evitar los problemas que existen en la República del Congo en relación con el coltán, un mineral necesario para la fabricación de teléfonos móviles. Presta atención a este vídeo y entra en la página de la campaña Movilízate por la selva.

Toros




Los toreros son libres. Los espectadores son libres. Los toros, no.
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martes, 23 de marzo de 2010

La duda


Hay quien tiene una facilidad extraña para ver la realidad con una evidencia absoluta. O no ven la complejidad que lleva dentro cualquier aspecto de la realidad o la reducen a alguno de sus elementos más simples. No veo otra posibilidad de obtener estas evidencias tan tranquilizantes, tan llenas de una sospechosa seguridad, tan mortecinas, tan falsas. Yo prefiero la duda. Veo más vida en la duda que en la evidencia, en la inseguridad honesta que en la tranquilidad falsa. Nadie se hizo fuerte defendiendo evidencias vacías. En cambio, en esa lucha que gana batallas, pero que nunca vence en la guerra, que es el combate contra la duda, la debilidad suele escaparse por alguna rendija y te deja el humano sabor de haber conquistado una pequeña certeza provisional, que te será válida hasta que de nuevo haga su aparición la duda, siempre acechante, y la acojas como tu querida y odiada compañera de viaje.



lunes, 22 de marzo de 2010

viernes, 19 de marzo de 2010

jueves, 18 de marzo de 2010

Ámate


Olvídate del mundo y ocúpate de ti. Sólo así podrás dar sin pedir nada a cambio. Cuando des sin esperar nada a cambio, recibirás algo de los demás sin haberlo pedido y, sobre todo, obtendrás tu propio reconocimiento, que es el que te hará sentirte más a gusto. Ocúpate de ti, cultívate, fórmate, cuídate, crece, ponte en la mejor situación posible para dar, aprende mucho, humanízate mucho. Luego, la gente vendrá y te dará sin que tú se lo pidas. Sé fuerte. Ama y no pidas que te quieran. Pero, primero, ámate tú.
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miércoles, 17 de marzo de 2010

Maneras de querer


Puedo quererte estando a tu lado, viéndote y dejando que tú me veas, cuidándote y procurando que estés bien.

Puedo quererte estando delante de ti, tirando de ti, sugiriéndote, mostrándote caminos nuevos, haciéndome visible para que sepas que estoy ahí.

Y puedo quererte también estando por detrás, viéndote yo, pero sin que tú me veas, haciendo que de vez en cuando escuches mi respiración, aunque sin que el calor de mi espiración llegue a tu nuca, pendiente de si miras hacia atrás pidiendo ayuda para salir a tu encuentro.

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martes, 16 de marzo de 2010

lunes, 15 de marzo de 2010

El amor


Me había acostumbrado a creer que la gripe era la fiebre, que la primavera eran las flores, que el día era la luz, que la felicidad era ese rato agradable en el que se te escapa sin querer una leve sonrisa y que el amor era un sentimiento.

Un día aprendí a no confundir las causas con los efectos y me di cuenta de que éstos son en realidad las consecuencias de unos procesos, de unas circunstancias y de unas decisiones en las que lo racional tiene mucho peso. Los procesos, las circunstancias y las decisiones son las causas de un producto final en cada momento, que es el efecto.

Comprendí así que la fiebre es el efecto de un proceso racional de infección que se manifiesta en una subida de temperatura, la cual sería imposible sin la infección. Entendí que para que hubiera flores tenían que darse un cúmulo enorme de circunstancias que, con su funcionamiento racional, culminaban en esa flor que admiraba con placer. Me asombré ante la cantidad de movimientos y de fuerzas que con sus leyes racionales tenían que entrar en acción para que hoy apareciera la luz durante el día. Y me sobrecogí al constatar todo lo que tuve que añadir yo a las circunstancias, pensando y razonando, para que esa sonrisa tenue, pero profunda, que me sabía a felicidad, apareciera en mi rostro. Sin esas causas nunca se hubieran dado esos efectos. Y no me digas que no son esas todas las causas que producen esos efectos, porque no es eso lo que yo te digo. No son esas todas las causas. Lo que digo es que son necesarias, que quiere decir que no pueden faltar.

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domingo, 14 de marzo de 2010

Los ecos del Carnaval

Una de las mejores chirigotas callejeras del Carnaval de Cádiz. Interpreta la polka "España de mis amores". Parte I.

sábado, 13 de marzo de 2010

El arte del poder


Actualmente se exhibe en el Museo del Prado una interesante exposición sobre El arte del poder. Se trata de una colección de armaduras y pinturas que muestran el arte del momento al servicio del rey y de los que podían usar la "alta costura" del momento, realizada, claro está, en acero.

En este enlace del Museo del Prado puedes ver cómo se instalaba una armadura.
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viernes, 12 de marzo de 2010

Mujer


Ya celebramos el día de la mujer y procuramos remover nuestras conciencias en relación con la situación de las mujeres en el mundo, en nuestro mundo.
Sin embargo, los problemas de las mujeres siguen ahí y vamos a procurar estar nosotros también ahí.
Hoy traemos un texto terrible que se ha hecho célebre en Internet. Se llama Dios es negra y sin papeles. Está escrito poir Helena Malena Garzón. Dice así.

Imagina que diste a luz el domingo pasado en un hospital público marroquí. Un niño precioso.

Imagina que te dieron el alta al día siguiente, lunes.

Imagina que volviste a casa, cansada, sangrando del post-parto, con dolores aún en un útero que lucha por volver a su sitio.

Imagina que en casa te está esperando tu niña de dos años y dos meses y tu pareja.

Imagina que esta mañana mientras bañabas al bebé comenzaste a ver que le costaba respirar.

Imagina que corriste al hospital público marroquí.

Imagina que te dijeron que no podían atenderte.

Imagina que fuiste dos veces.

Imagina que la tercera vez tu bebé dejó de respirar casi en la puerta del hospital.

Imagina que pediste auxilio por tu bebé muerto.

Imagina que se lo llevaron a la morgue del hospital.

Imagina que a ti, a tu niña de dos años y dos meses y a tu pareja os llevaron a comisaría.

Ahora imagínate retorciéndote de dolor en las entrañas, el dolor agrio de la muerte de tu hijo, el dolor de un útero que te recuerda recién parida, el dolor de una leche que sube a tus senos duros como piedras. Pero imagínate NEGRA, imagínate AFRICANA, imagínate POBRE, imagínate SIN PAPELES.

Estás sentada, doblada sobre tu vientre en aquel sucio despacho de policías que van y vienen y te hablan en una lengua que no entiendes. Allí te miro e intento traducirte las preguntas que me parecen estúpidas, crueles e inhumanas.

Quieren saber qué hacéis en su reino, cómo habéis entrado y cuánto tiempo lleváis aquí. Quieren saber cómo os llamáis, cómo se llaman vuestros padres y porqué habéis venido.

Tu pareja grita y pide piedad. Sabe que todas las preguntas van dirigidas a justificar una deportación al desierto. Tu pareja grita y te tranquiliza llamándote "honey".

Tu niña sonríe, juega con su gorro y canta "haleluya".

La policía busca un intérprete de árabe a inglés para hacer el parte y llevaros a Tribunal.

Me dices que si te deportan al desierto y allí te violan no crees que aguantarás el dolor, que aún estás recién parida.

Un policía se me acerca y me pregunta: ¿Por qué hacéis esto? ¿Por placer? Este amable policía llama "esto" a acompañar a unos padres sumidos en el dolor, a comprar algo de comida para una niña que lleva todo el día sin probar bocado y a intentar traer un poco de humanidad o al menos de buen trato a esa puñetera comisaría.

Entonces le miro, me horroriza su frialdad, y le contesto, lo hacemos por amor. Veo en él a esos seres que comen, cagan y hacen de policía para poder seguir comiendo y cagando. Siento lástima.

Detienen a tu pareja en comisaría y me dicen que como caso humanitario te dejan dormir en casa. Mañana tienes que pasar el Tribunal junto a tu marido.

Te hundes. Es la primera vez que te veo enderezar ese vientre que te duele. Gritas y lloras hasta que un policía te manda callar.

No lo soporto, me puede la escena y le pido por favor que entienda que tu hijo ha muerto hoy, que estás recién parida, que te duelen las entrañas.

Me responde con desprecio que en este reino hay unas leyes, que aquí se hace lo que dice el procurador del rey y que tú eres una NEGRA CLANDESTINA.

Mañana iremos al Tribunal, mañana un hombre de este reino decidirá si te tiran a ti y a tu niña al desierto de madrugada. A partir de ahí la suerte decidirá si serás violada, si tu hija será raptada o por qué no violada también.

Imagínate que todo eso te ha pasado hoy.

Imagínate que a todas nos duelen sus entrañas.

Imagínate que a todas nos duelen nuestras entrañas.

jueves, 11 de marzo de 2010

Clase


Hubo un tiempo en el que no me gustaba llamarle clase. Prefería estilo o incluso humanidad. Un ataque de ingenuidad y de igualdad muy mal entendida me hacía creer que era como caer en el clasismo llamar clase a eso difícilmente describible que hace atractiva a una persona simplemente por ser persona de una determinada manera.

Hoy prefiero otra vez llamarle clase. Estoy de nuevo convencido que hay quien se empeña en que en este mundo haya clases diferentes y que la vida tiene que convertirse en una lucha de clases. Más exactamente, este mundo parece que se divide entre los que tienen clase y los que no la tienen, y que la vida la mayor parte de las veces consiste en librarse de los que no tienen clase, en intentar quitárselos de encima o en procurar que su nefasto influjo no te haga malvivir.

Si me pides que te cuente en qué consiste tener clase, te invito a que leas lo que el gran Manuel Vicent escribió el domingo pasado en El País. Léelo aunque no me pidas que te lo cuente. Merece la pena que lo hagas y que lo pienses.

Tener clase

MANUEL VICENT

EL PAÍS - Última - 07-03-2010

No depende de la posición social, ni de la educación recibida en un colegio elitista, ni del éxito que se haya alcanzado en la vida. Tener clase es un don enigmático que la naturaleza otorga a ciertas personas sin que en ello intervenga su inteligencia, el dinero ni la edad. Se trata de una secreta seducción que emiten algunos individuos a través de su forma natural de ser y de estar, sin que puedan hacer nada por evitarlo. Este don pegado a la piel es mucho más fascinante que el propio talento. Aunque tener clase no desdeña la nobleza física como un regalo añadido, su atractivo principal se deriva de la belleza moral, que desde el interior del individuo determina cada uno de sus actos. La sociedad está llena de este tipo de seres privilegiados. Tanto si es un campesino analfabeto o un artista famoso, carpintero o científico eminente, fontanero, funcionaria, profesora, arqueóloga, albañil rumano o cargador senegalés, a todos les une una característica: son muy buenos en su oficio y cumplen con su deber por ser su deber, sin darle más importancia. Luego, en la distancia corta, los descubres por su aura estética propia, que se expresa en el modo de mirar, de hablar, de guardar silencio, de caminar, de estar sentados, de sonreír, de permanecer siempre en un discreto segundo plano, sin rehuir nunca la ayuda a los demás ni la entrega a cualquier causa noble, alejados siempre de las formas agresivas, como si la educación se la hubiera proporcionado el aire que respiran. Y encima les sienta bien la ropa, con la elegancia que ya se lleva en los huesos desde que se nace. Este país nuestro sufre hoy una avalancha de vulgaridad insoportable. Las cámaras y los micrófonos están al servicio de cualquier mono patán que busque, a como dé lugar, sus cinco minutos de gloria, a cambio de humillar a toda la sociedad. Pero en medio de la chabacanería y mal gusto reinante también existe gente con clase, ciudadanos resistentes, atrincherados en su propio baluarte, que aspiran a no perder la dignidad. Los encontrarás en cualquier parte, en las capas altas o bajas, en la derecha y en la izquierda. Con ese toque de distinción, que emana de sus cuerpos, son ellos los que purifican el caldo gordo de la calle y te permiten vivir sin ser totalmente humillado.

miércoles, 10 de marzo de 2010

La falta de sensibilidad


Leo y oigo los argumentos a favor de las corridas de toros. Se considera en ellos cualquier aspecto que interese al que los expone, pero raras veces se tiene en cuenta por quienes los exponen el sufrimiento del animal. Me aterra, me da miedo la falta de sensibilidad para el sufrimiento, para la tortura y para la crueldad y su utilización para conseguir cualquier fin, sea estético, político o económico. Esa falta de sensibilidad debe de ser la misma que se echa de menos cuando no se hace nada, por ejemplo, para acabar con el sufrimiento derivado de las situaciones de desigualdad que sufren las mujeres, o cuando se toleran o se mira para otro lado cuando sufren violencia física, laboral o psicológica. La falta de sensibilidad ante el sufrimiento y la muerte de un toro debe de ser también la misma que se hizo patente cuando montaron el episodio del Dr. Montes, en Leganés, poniendo otros intereses por encima del sufrimiento y la muerte de las personas. Fueron a lo suyo al precio que su falta de sensibilidad les permitió pagar. Da igual con los toros que con las personas. Cuando nada vale nada, para algunos vale todo. Da miedo.
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martes, 9 de marzo de 2010

Ordinariez


La ordinariez está creciendo de una manera preocupante y lleva camino de convertirse en un verdadero monstruo social. Las dos últimas veces que me he subido a un autobús he tenido que soportar los olores, los ruidos y las salpicaduras de gente que iba comiendo allí mismo un bocadillo, un bollo o una bolsa de colesterol. Las dos últimas veces que he comido en un restaurante he tenido que aguantar a dos individuos hablando de manera atronadora, como si todo el espacio del local fuese suyo y todos los comensales tuvieran que oír sus estúpidas peroratas. La última vez que he ido a un museo, al Thyssen, he visto cómo los vigilantes tenían que sisear para mandar callar a la gente que contemplaba los cuadros como si estuviera en el fútbol. La última persona con la que me crucé hoy antes de entrar en el lugar donde trabajo tosía sin taparse la boca con nada, echando miasmas al aire como quien tira confetti en el Carnaval.

Cada vez la gente tiene menos normas sociales y las pocas que le quedan no sabe por qué debe cumplirlas. Quizás esto sea lo más grave. El neoliberalismo va poco a poco prendiendo en estos seres antropomorfos empapados de ordinariez.
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lunes, 8 de marzo de 2010

Día Internacional de la Mujer


Hoy es el Día Internacional de la Mujer. Es un día necesario porque todavía desgraciadamente hay que recordar que muchas mujeres no son tratadas en nuestro mundo como seres humanos, como lo que son. Desde hace mucho tiempo, la sociedad está organizada por los hombres y para los hombres. Las mujeres han empezado a reaccionar cada vez con más fuerza, intentando que las discriminaciones que sufren en todos los aspectos sociales sean anuladas. El camino es difícil, porque no se trata sólo de remover las conciencias de los hombres, sino también de muchas mujeres que admiten como normal un machismo que tienen asumido sin criticarlo. Ojalá llegue el día en el que no sea necesario celebrar el Día de la Mujer, sino el de los seres humanos. Mientras tanto, más que desearles a las mujeres muchas felicidades, prefiero desearles muchas igualdades. Son las metas que hay que ir consiguiendo.






domingo, 7 de marzo de 2010


¿A qué responde la negación continua, el insistente poner pegas a cualquier propuesta, el pertinaz ofrecimiento de alternativas a cualquier solución?
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viernes, 5 de marzo de 2010

El tercer hombre


Si te vas a la guerra con las gafas de cerca, es posible que confundas al adversario con el amigo que crees que se ha equivocado. Intentarás, entonces, acabar con él, porque a la guerra se va a acabar con el otro.

Pero si te vas con las gafas de lejos, además de ver al amigo equivocado, tendrás en cuenta también las consecuencias de su derrota y entonces es posible que comprendas que tu victoria a quien realmente beneficia es al tercero, al verdadero adversario, a tu adversario y al que lo es también de aquél a quien has derrotado. Quizás te des cuenta de que es a él a quien le has hecho el juego y con el que has colaborado en la lucha, aunque no te hayas dado cuenta. Hay veces que por no mancharse uno los zapatos de agua, camina por el fango que hay alrededor del charco y terminas ensuciándote más.

jueves, 4 de marzo de 2010

La lideresa


Con el disfraz puesto soy modosita. Parezco educada. Ejerzo de lideresa. Tengo una imagen cuidada. Soy capaz de resultar atractiva, pero sin afectar a la dimensión sexual de los hombres, sino a sus deseos de poder, en donde sé que ven en mí una aliada. A los que no quieren poder, sino seguridad, les explico bien lo que quieren saber, sin que se den cuenta, ni por asomo, de que no es eso lo que necesitarían saber. Soy la eterna servidora de todos.

Pero sin el disfraz soy otra. Diría que soy yo, sin necesidad de depender de la opinión de esa chusma deseosa de poder, de dinero o de nada. Me pillan a veces diciendo tacos, pero ¿qué sabrán ellos de lo que quema y agota ejercer el poder? Se asustan cuando llamo hijoputa al que es un verdadero hijoputa. ¿Saben ellos lo que es aguantar un día y otro a esta peste de aspirantes sin clase, sólo con verborrea, y capaces de dialogar hasta con el enemigo? Se escandalizan cuando veo una de esas estatuas modernas que se empeñan en poner en las rotondas y digo que es una puta mierda. No se dan cuenta de lo malo y lo estúpido que es lo moderno. No saben nada de nada.

Y lo peor de todo es no poder quitarme el disfraz, los disfraces de cada día. Necesito que siga siendo carnaval para poder disfrazarme de mí misma y poder seguir llamando hijoputa al que me pete y seguir diciendo que el arte moderno es una puta mierda y volver a poner cuando me dé la gana en situaciones difíciles a los alcaldes deseosos de que los siga poniendo en las listas. No quiero más disfraces. Viva el carnaval.

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miércoles, 3 de marzo de 2010

Metáfora


En el fondo, tu destino, como el de todos, es convertirte en una metáfora de algo. Pero no serás una metáfora de lo que tú quieras ser, sino de lo que quiera la gente, de lo que la gente vea en ti. Porque tú no eres el dueño de tu imagen.

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