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viernes, 29 de julio de 2016

Los viernes, etimologías 122. Productos agrícolas y IX. Más verduras



APIO

En latín era apium, palabra que ya los romanos y san Isidoro relacionaban con apis, abeja, porque es una planta que atrae mucho a las abejas. En principio apium designaba a la vez al perejil y al apio, y cuando hablan de coronas de apio, sabemos que se refieren a coronas de perejil para celebrar o adornar a los vencedores, hasta que en el siglo I se empieza a llamar petroselinum al perejil. El apio era corriente en todos los huertos romanos y se consumía normalmente.

PUERRO

En latín era llamado porrus, así que diptonga con regularidad y da puerro, como portus > puerto o porta > puerta. Aquí podríamos dejarlo, y se acabó. El problema surge si se compara con porra, palabra que no está diptongada. Después de cien argumentaciones, Coromines decide que porra es de origen incierto. Porra es común al castellano, catalán y portugués y es centro de una gran familia: porrazo, aporrear, porrada, a porrillo, en porreta (desnudo, como el puerro tierno, aún sin que le hayan crecido las hojas verdes que lo cubren). Y está porro, vulgarismo que designa al cigarrillo de marihuana, que debería derivar, supongo yo, de porra y no de porrus / puerro. ¡Tanto problema por un triste diptongo! Y eso sin entrar en porrón, sí, el del vino, palabra que ha entrado desde el mozárabe.

BERENJENA

De origen sánscrito, la palabra pasa al persa y de este al árabe, y de la forma árabe bedinyena viene nuestra berenjena. En catalán tiene el ártículo árabe al, albergínia. Del catalán derivan las formas francesa y alemana, aubergine. En portugués es berinjela, euskera berenjena. Otra vía de penetración del arabismo es el italiano, en el que la contracción del latín melo (fruto) y la forma árabe dialectal bandigian produce melanzzana.

ALCACHOFA

Es otro arabismo. Del árabe hispánico harsufa con artículo árabe al, se originan el castellano alcachofa, portugués alcachofra, euskera alkatxofa, y de estas formas el francés artichaut e inglés artichoke. Por su parte no conservan el artículo árabe el catalán carxofa e italiano carciofo.

CALABAZA

El castellano calabaza y catalán carbassa conservan una palabra prerromana, seguramente ibérica, relacionada con galápago, por la relación entre la cáscara dura y el caparazón. Hay quien defiende que la palabra ibérica podría haber sido traída por los griegos, que en su primera colonización habrían traído las semillas y la palabra. La palabra portuguesa abóbora también tiene un supuesto origen griego, ἀποφορά (apoforá), que significa "para llevar algo", pues de siempre la calabaza ha servido de cantimplora a peregrinos y otros personajes extraños.

NABO

Del latín napus. La p intervocálica se sonoriza como en lupus > lobo o cipulla > cebolla. Se consumía prácticamente a diario en Centroeuropa durante la Edad Media, hasta que fue desplazado por la patata. Se consumen su suculenta raíz y sus hojas, los riquísimos grelos de la cocina gallega, y cuando se marchitan, son forraje para los animales. Grelo deriva del diminutivo de germen, germello.

RÁBANO

Viene del latín raphanus, y este del griego ῥάφανος (ráfanos). Era la hortaliza más barata en los mercados romanos. Por eso seguimos diciendo. "Me importa un rábano".
Y hasta aquí los productos agrarios. He seleccionado los más importantes, o los que a mí me han parecido más importantes. Antes de acabar voy a referirme a las setas, esos hongos comestibles, silvestres y a veces cultivados.

SETA


La palabra es exclusiva del castellano. Hay varias teorías sobre su origen. Unos creen que está relacionada con seda, por los filamentos, hilos finos que son algunos hongos. Coromines se inclina por un origen griego, σηπτά (septá, cosas podridas), aplicado a mohos, hongos, palabra que habría llegado en el lenguaje de médicos y boticarios. Esta palabra es de la misma raíz que asepsia, septicemia o antiséptico.

viernes, 22 de julio de 2016

Los viernes, etimologías. 121. Productos agrícolas VIII. Más verduras



COL

En latín era caulis, y su acusativo, caulem. De todas las palabras, al desaparecer la declinación, el caso que quedó fue el acusativo, la forma que tenemos de las palabras; así que de la forma caulem viene col, por desaparición de la terminación y por la monoptongación de au > o, como en paucum > poco o taurus > toro. La col era muy consumida por las clases populares del Imperio Romano y es citada en los más antiguos tratados de agricultura, como el de Catón. La raíz kaul- es indoeuropea, y se detecta en irlandés, lituano, letón... En griego da καυλός (caulós, tallo).

Y hay col lombarda y col de Bruselas y romanescu y... Todas estas verduras son variantes de una misma crucífera, la Brassica oleracea. Yo en Botánica soy ignorante, es muy confuso lo de familias, géneros, especies... Me limito a escribir sobre los nombres.

REPOLLO

Si bromeamos con pollo y repollo, estamos haciendo un verdadero chiste etimológico, sin saberlo. Repollo tiene que ver con pollo, derivan ambos de la raíz indoeuropea pu-, que es una de las más graciosas de nuestra lengua. Pullus designa tanto a retoños y brotes de las plantas como a las crías de los animalitos, incluidos los insectos. Ese pull- , transformado en poll-, es la raíz de pollo, polla, pollino, pulular... De una cesta para cubrir los pollitos, pollera pasó a designar falda acampanada, y finalmente falda en general ("con su pollera colorá..."). Reduplicado en puppus o puppa, está en el francés poupée, muñeca, que ha pasado al inglés, y nosotros lo tenemos en pupila, esa muñequita que se ve en el ojo, la persona que tenemos delante. Es la raíz profunda de paucus, poco, o de pauper, pobre, puer, niño, y en griego παῖς-παιδός (pais-paidós, niño), de donde pederasta, pediatra o pedagogía. Pero íbamos a repollo, que significa brote o rebrote comestible de una planta, y ha acabado fijándose como nombre de esta verdura, de enorme consumo, acompañando al cocido, en chucrut, etc.

BERZA

Es otra variedad, también muy popular, que está en la base del caldo verde portugués o el caldo gallego, y también es forrajera. Deriva de verde, en latín viridis, que en plural es viridia, que evoluciona a berza. La raíz indoeuropea vi- de verde y berza posiblemente está en el origen de vis, fuerza, vigor, vir, varón, virilidad, y, por desgracia, si no se toman precauciones educativas y sociales, puede degenerar en violencia.

COLIFLOR

Otra variedad. La verdura se difundió desde Italia y el nombre es un calco del italiano cavolfiore. En francés la llaman chou-fleur y en inglés cauliflower.

BRÉCOL o BRÓCOLI

Es otra variedad de la misma especie, se distingue por el color de la flor. El nombre también es italiano, broccoli, diminutivo de brocco, retoño, diminutivo plural broccoli, que se ha castellanizado en brécol, según Coromines, por atracción de bretón, el nombre de otra col. Brocco viene del celta broccus, objeto puntiagudo, origen también de broca, brocado o broche.

BORRAJA

Esta ya es una especie distinta a todas las Brássicas anteriores, y está restringida a nuestra Península, casi habría que decir a Aragón, porque es allí únicamente donde se cultiva y se consume masivamente. La palabra proviene del catalán borratja, y este, probablemente, según Coromines, del árabe bu´araq, padre del sudor, por sus propiedades sudoríferas. Y que no se quede esto en agua de borrajas (todos conocen la expresión, aunque no las hayan probado en su vida), y comamos muchas verduras, que son fuente de salud.



viernes, 15 de julio de 2016

Los viernes, etimologías. 120. Productos agrícolas VII. Más verduras



ESCAROLA

La palabra viene del catalán, y este del provenzal. El origen es la expresión lactuca escaria, lechuga comestible. Esca es en latín alimento, de donde viene yesca, hoy alimento del fuego, y esca es de la raíz de edere, comer; de esta raíz es también cum-edere > comer. En catalán es escarola, pero en portugués endívia, francés endive, italiano indivia, rumano andiva. Euskera eskarola. ¿Y qué pasa con la ENDIVIA? Pues que parece que es una variedad de achicoria, y, muy sorprendente, que intubus proviene del púnico, la lengua de los cartagineses.

AJO

Del latín alium. Parece que la palabra es un préstamo del celta al latín. Ya se cultivaba en el Mediterráneo oriental hace 7.000 años. Tenemos alioli, del catalán all i oli, ajo y aceite, y ajoarriero. La expresión estar en el ajo la compartimos a ambos lados del Atlántico.

ZANAHORIA

Se extendió su cultivo en Europa en la Edad Media desde territorios árabes, tanto variedades rojas como amarillas. La variedad naranja, hoy casi única, es el resultado de la selección hecha por los holandeses en el siglo XVII en homenaje a la casa de Orange. En latín era carota, pero en castellano se impuso el árabe safunâriya, que proviene del griego σταφυλίνη ἀγρία (stafyline agría); según otros del euskera azala-horia, piel amarilla, la típica etimología popular. En portugués cenoura, catalán pastanaga, en euskera azenarioa, préstamo del árabe a través del castellano.

PEREJIL

Como tantos otros cultivos, es originario del Mediterráneo oriental, utilizado masivamente por griegos y romanos. La palabra entró en el castellano desde el occitano peressil, deformación del latín petroselinum, en griego πετροσέlινον (petrosélinon), perejil de piedra, de roca, silvestre. O sea, que perejil es de la raíz de piedra. En portugués se llama salsa, relacionado con sal; en catalán julivert, de jolium o lilium viride, verde, en euskera perexila. La isla de Perejil, desconocida antes de la ocupación y heroica reconquista, ahora se carga de mitos, puede ser la isla de Calipso (realmente hay una cueva), o la primera tierra llamada Ispaan por los fenicios, la primera España. Por eso fue defendida tan heroicamente. Bueno, el nombre puede provenir de un tal Pero Gil, siendo Pero una forma arcaica de Pedro, de la que viene el apellido Pérez.

ACELGAS

Hay mucha discusión en torno al origen del nombre de esta verdura. Los romanos usaban nombres distintos para distintas variedades. Una era llamada en latín siculum, siciliana, que los griegos llamaban σικελός (sikelós), de Σικελία (Sikelía), nombre en griego de Sicilia. Los árabes, con el artículo al, la llamaron al-silqah, de donde vienen el castellano y portugués acelga. Otros creen que no significa siciliana, sino que viene de una raíz semítica que significa cocer, hervir. Otra variedad era en latín beta, de donde vienen el francés bette, catalán bleda, italiano bietola. En euskera es zerbak.

ESPINACAS

Es curioso, no tiene nada que ver con espina. Es un arabismo, de isfinaj, tomado del persa aspanakh. En portugués espinafre, catalán espinacs, euskera espinakak.

ESPÁRRAGOS

El latín asparagus proviene del griego ασπάραγος (aspáragos), a su vez del persa y significa brote, tallito. Apicio, escritor romano del que conservamos un libro de cocina, De re culinaria, ya escribe recetas usando los espárragos. En francés asperge, italiano asparago, portugués esparrago, catalán espárrec. En euskera zainzuria, bonito vocablo autóctono.


viernes, 8 de julio de 2016

Los viernes, etimologías. 119. Productos agrícolas VI. Verduras



LECHUGA

En latín era lactuca, de lac-lactis, leche. O sea, que no ha habido cambios. Ya decía Plinio que el nombre aludía a la savia blanca que vemos al cortar sus hojas. Los romanos comían mucha lechuga, de muchas variedades y por temporadas, que describe Plinio. En cambio los griegos tenían un tabú: que era comida de mujeres, y que produce impotencia. En francés laitue, italiano lattuga, pero catalán enciam (posiblemente de incisamen, corte), portugués alface (del árabe al-khass), euskera sí, letxuga.

TOMATE

La palabra vino, con el producto, de América. Tomatl en náhuatl significa agua gorda. Es gracioso cómo dice el inglés potato y tomato, dos americanismos, a través del español. La palabra ha pasado a casi todas las lenguas. El italiano lo llamó pomo d´oro, fruto de oro, y ha pasado al ruso pomidor. El consumo es enorme en todo el mundo. Ya sé no que no viene a cuento, pero es una vergüenza lo que la industria alimentaria está haciendo con el tomate. Claro, fue el primer transgénico autorizado. ¡Señores, que no saben a nada!

CEBOLLA

En latín era cepulla, diminutivo de cepa. Y se cree que pertenece al fondo léxico mediterráneo. De la misma raíz son nuestra cepa y cepellón. Portugués cebola, catalán ceba. La lenición o suavización (fenómeno que ya conoce el asiduo lector de estos articulitos) convierte la p de cipulla en b de cebola, ceba o cebolla. Como lupus > lobo, o apicula> abeja. En euskera es bonito, tipula. Es extraño el francés oignon, que se cree que viene de unionem, porque la cebolla es un bulbo unitario, no se compone de gajos como el ajo, por ejemplo. Las cebolletas son una variedad de menor tamaño, y los cebollinos, muchísimo menor. Los calçots, ese plato típico catalán, dicen que son cebollas tiernas. Calçot deriva de calzar, porque se amontona tierra en torno a la planta, para que esté más tierna, como que se la calzara.

PEPINO

El latín llamaba pepón al melón, así que frente al que parecía aumentativo se inventó el diminutivo pepino. Pepón era un préstamo del griego, la palabra πέπων, que no es ningún aumentativo sino un participio que significa maduro, digerible. Pero es gracioso que, cuando a un melón poco maduro lo llamamos pepino, estemos jugando, sin saberlo, con una cercanía semántica tan antigua. La raíz pep- es la que está en pepsina, péptidos, la de la Pepsi, hablando claro. Πέψις (pepsis) significa digestión.

PIMIENTO

Es la evolución de la palabra pigmento, del latín pigmentum, con la normal diptongación, e acentuada > ie. Esta palabra en plural es pigmenta, y ya existía la palabra pimienta en la Edad Media, porque esa especia, o sucedáneos, daba color a la comida. La búsqueda de las especias fue el motor del Descubrimiento. Colón siempre creyó que estaba en Asia y buscaba como loco la pimienta. Ya escribió sobre el pimiento en el Diario de a bordo del primer viaje y lo trajo a España, donde fue rápidamente difundido su cultivo y consumo. En América era llamado ají en taíno, chile en náhuatl, y con otros nombres. Luego vino lo de guindilla (diminutivo de guinda) para los que pican, y los de Padrón, que unos pican y outros non. Y pimentón, Cayena, mojo picón, piquillo, morrón... el mundo del pimiento tiene una riquísima variedad. Tenemos ajilimójili (de ají y mojar, creación jocosa, imitando algún latinismo). Pigmentum es de la familia del verbo latino pingo, pintar, raíz que comparte con las lenguas indoeuropeas más alejadas.



¿Qué tal quedó la ensalada?

viernes, 1 de julio de 2016

Los viernes, etimologías. 118. Productos agrícolas V. Legumbres



GUISANTES

Parece que viene del romance andalusí bissaut, procedente de la contracción de su nombre latino pissum sapidum, guisante sabroso, para diferenciarlo de variedades forrajeras. Coromines defiende que bisante evoluciona a guisante por influencia de guisar. Se discute si pissum es préstamo del griego πίσον o πίσος (pison o pisos), o ambos, latino y griego, proceden de una lengua previa mediterránea. El nombre latino pissum es la base del francés pois, del catalán pèsol (del diminutivo pisulum, como el italiano pisello). El portugués lo llama ervilha, de la raíz que da el castellano arveja, otra leguminosa. En euskera es ilarra o idarri. Supongo que estará muy estudiado qué cultivos mantienen en euskera nombres autóctonos y cuáles tienen nombres latinos o castellanos. Hay una variedad de guisante, que en Aragón se cultiva mucho, el bisalto, y con ese nombre están en el mercado, muy tierno, cuyo nombre conserva muy bien el original bissaut.

HABAS

En latín eran fabas, de una raíz indoeuropea, bhabha, de la que viene también el inglés bean. En el Imperio Romano se cultivaban muchísimo, tanto para alimentación del ganado como para el consumo humano. Frescas, guisadas, tostadas, en harina para puré, gachas, o mezclada con harina de trigo para hacer pan. Era normal el consumo entre las clases populares, los soldados en campaña y los gladiadores. Había un refrán, "fabas indulcat fames", las habas endulza el hambre, algo así como "a buen hambre no hay pan duro". Pero las habas estaban ligadas a creencias y tabúes; los pitagóricos, y los órficos, las tenían prohibidas, un sacerdote de Júpiter no podía ni verlas, ni decir su nombre; todo por la creencia en que eran el alimento de los muertos, o porque alojaban las almas de los muertos, y también por cierta similitud con el glande. Fabas se llama a las judías en Asturias, para la riquísima fabada. Y de haba deriva habichuela, del mozárabe fabichela, nombre dado a las judías o alubias en muchas zonas del español, como vimos en la anterior entrega.

ALGARROBAS

El algarrobo es un árbol, pero es una leguminosa. Si separamos el artículo árabe al, comprendemos el catalán garrofa, francés caroube, italiano caruba. El origen es el persa jarlup, a través del árabe al-harruba, que significó quijada de burro, por el enorme tamaño de la vaina. Tenemos la palabra sin el artículo árabe en garrafal, igualmente por el tamaño de la vaina; un error garrafal es un error enorme. La semilla tiene un tamaño tan uniforme que su nombre griego κεράτιον (keration, cuernecillo), dio lugar, a través del árabe, a quilate, unidad de peso en joyería, palabra que ha pasado a todas las lenguas del mundo.

YEROS, ARVEJAS, VEZA

Son otras legumbres menos cultivadas, para forraje, de nombres intercambiables por zonas, incluso con los guisantes, por su similitud y parentesco. La ALFAFA es una legumbre ampliamente cultivada para forraje. Alfalfa es palabra árabe, de origen persa. En aragonés, alfalce.

ALTRAMUCES

Del árabe turmus, y este del griego θέρμος (thérmos). Vulgarmente son llamados chochos, del árabe sos, del latín salsus, salado. Por la forma de sus dos cotiledóneos se asocia a la vulva, vulgarmente llamada chocho.

CACAHUETE

Viene del náhuatl tlalcacauatl, de tlalli (tierra) y cacauatl (cacao), cacao de la tierra. Así que cacahuete y cacao están emparentadas.
La palabra LEGUMBRE viene del latín leguminem. Había entre los romanos una etimología popular que lo relaciona con legere, recolectar, también leer. Pero hoy se cree que la palabra no es indoeuropea, sino del fondo léxico mediterráneo.


viernes, 24 de junio de 2016

Los viernes, etimologías. 117. Productos agrícolas IV



GARBANZOS

El origen de la palabra es desconocido, lo comparten el portugués gravanço, el gallego garabanzo y el euskera garbantzu; en catalán es cigró. Está documentada antes en mozárabe que en castellano. Antes fue arvanço y ervanço. Coromines dice que probablemente su origen sea un vocablo indoeuropeo prerromano, paralelo al griego ἐρέβινθος (erébinzos, garbanzo). En latín era cicero, que fue el apelativo del gran Marcus Tulius Cicero. Yo recuerdo la gamberrada filosófica de Buñuel, Tristana escogiendo entre dos garbanzos, símbolo de la libertad. Creo que no estaba en la novela "Tristana" de Galdós (el garbancero, como le llamaba Valle Inclán).

LENTEJAS

Lenteja es la evolución normal de lenticula, como de auricula, oreja, o de speculum, espejo. Lenticula es diminutivo de lens y ambas palabras designaban a un pequeño recipiente de aceite. Suponen que lens en latín es un préstamo de una lengua previa, pero el origen es desconocido. En el XVII se empezó a llamar lente a los cilindros de vidrio de telescopios, gafas, etc. Antes hubo lentejas que lentes.

JUDÍAS

ALUBIAS, habichuelas, porotos, frijoles... La palabra "judías" puede provenir de una expresión de nombre + adjetivo, como "alubias judías", por ejemplo, del que, como tantas veces hemos visto, nos hubiéramos quedado solo con el adjetivo. Pero no se ha encontrado esa expresión, por más que se ha buscado. No se debe descartar la etimología popular, basada en un endémico antisemitismo de siglos, según la cual los garbanzos cual buenos cristianos se hunden en el agua como en el bautismo, mientras las judías lo rechazan y flotan. Chiste de una época enfermiza.

La palabra "alubias" procede de alguna lengua semítica mesopotámica, anterior al acadio, que pasó al griego, donde por etimología popular se asimiló a λόβιον (lobion, lobulillo de la oreja) plural λοβία, de donde pasó al arameo, de este al árabe, y de este al castellano, con el artículo árabe al-lubia. ¡Qué recorrido!
El léxico de esta legumbre está muy dialectalizado por zonas en España y en América: habichuelas, fabes, porotos, frijoles o fréjoles, mongetes en catalán, babarrunak en euskera... Contribuye a esta variedad léxica el enorme surtido de variedades o subespecies de la legumbre.

ALMORTAS

Esta legumbre aplacó el hambre en la Meseta en los años de la posguerra, pero me acabo de enterar de algo muy importante: es muy peligrosa, si se consume asiduamente, produce parálisis. Y estuvo prohibida de 1944 hasta 2010. Pero... a mí de niño me encantaban cocidas, parece que nadie en mi pueblo sabía nada, ni de su toxicidad (y no sé que le produjera a nadie problemas de salud) ni de su prohibición, y nunca dejó de cultivarse. La harina de almorta es el ingrediente de las riquísimas gachas en la Mancha. Recibe muchos nombres, titos, pitos, muelas, guijas... Cito a Coromines: "Almorta es la forma mozárabe de la palabra castellana muerta, por su parecido con las muelas arrancadas de un cadáver". Uf; ya..., si nos ponemos así, me animaré a decir una expresión popular para expresar que algunos presumen de algo y la realidad les desenmascara: "Dicen que no comen titos y cagan hollejos". No, no, no lo voy a explicar.





viernes, 17 de junio de 2016

Los viernes, etimologías. 116. Productos agrícolas III



ARROZ

El origen de la palabra arroz es muy controvertido. Está claro que entra en español desde el árabe ruzz, con el artículo ar-ruzz, en árabe andalusí arrawz. La discusión está en el origen, si procede del griego ὄρυζα (óriza), y sería un curioso helenismo llegado a través del árabe, o tanto griego como árabe beben de una lengua oriental, el tamil. En portugués arroz, catalán arrós, euskera arroz; pero sin el rastro del artículo árabe en francés riz, italiano rizzo. Es el cereal más importante en la alimentación humana; el maíz se cultiva más, pero también para otros fines.

MAÍZ

Viene del taíno mahis. El taíno era la lengua hablada en las Antillas al llegar los españoles, en seguida desaparecida por la colonización. El maíz recibe otros nombres, como choclo, de origen quechua. Es el cereal más cultivado en el mundo, por su uso en alimentación animal, obtención de aceite, aparte de la alimentación humana. El inglés corn está emparentado con el latín granum, grano, semilla. En catalán recibe el curioso nombre de blat de moro, trigo de moro.

CEREAL

Viene del nombre de la diosa Ceres, protectora del trigo y de toda la agricultura. Pero el nombre de la diosa proviene de una raíz indoeuropea de la que vienen crecer, crear, criar, cría, criado, criollo, concreto, y, con vocalismo o, en griego da κόρη, κόρος (muchacha, muchacho), de donde Dióscuros, los hijos de Zeus, Cástor y Pólux.

PATATA

En América, Canarias y Suroeste de España se la llama papa, y son mayoría, hay que aceptar que "patata" es un localismo, un españolismo. El origen de patata es complicado, se basa en un error. Los españoles conocieron el camote que era llamado batata en Haití, que se transformó en patata. Cuando descubrieron la papa (palabra de origen quechua) en Perú la llamaron también patata. Traída a España en el s. XVII, no tuvo gran éxito, no podía competir con el pan de trigo, pero sí en Irlanda, Inglaterra y Centroeuropa, porque es poco exigente en cuanto al clima, y por razones estratégicas: Federico de Prusia fomentó su cultivo, ya que las guerras no destruían las cosechas, que están bajo tierra, e incluso pasaban desapercibidas a los invasores. Y ya era llamada en inglés potato o francés patate, por influjo del español. En la segunda mitad del s. XVIII se impulsó el cultivo en España, y por influjo europeo se la llamó patata, aunque en los primeros diccionarios ya se la había empezado a llamar papa. En portugués batata, catalán patata, euskera potato.

REMOLACHA

Es hortícola, es forrajera y es materia prima del azúcar. El origen de la palabra es el italiano ramolaccio, y este se relaciona con el latín armoracium y el griego ἀρμορακία (armorakía). Ya Plinio habla de ella. Parece que es originaria del Norte de África, pero solo a raíz de las guerras napoleónicas y el bloqueo de los barcos ingleses sobre el azúcar de caña, se desarrolló su cultivo en Europa para obtener azúcar. En portugués se la llama beterraba, en catalán remolatxa y en euskera erremolatxa.