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miércoles, 20 de octubre de 2021

miércoles, 29 de enero de 2020

Buenas noches. Teléfono



No soporto el teléfono. Es posible que esa sea debido a la huella que han dejado en mí larguísimos años de llamadas obligadas sin nada que decir o que contar. A esto se añade la posibilidad de interrumpir o molestar a quien llamo, de la misma manera que a veces me interrumpen a mí las llamadas. Se me cae de las manos el teléfono.

Estoy leyendo un libro muy interesante y muy entretenido. Se llama “Egos revueltos. Una memoria personal de la vida literaria”. Es de Juan Cruz, que lo publicó en 2010 y con el que ganó el XXII Premio Comillas. Es un amplio repaso de sus vivencias con escritores con los que trató. Aparecen Borges, Guillermo Cabrera Infante, Cela, Brines, Azcona, Rafael Sánchez Ferlosio y muchos más. En un capítulo dedicado al añorado periodista Javier Pradera se lee lo siguiente:

Tuvo siempre esos andares; era mejor hablar con él en su despacho; ni en los pasillos, donde siempre iba pensando en algo que no se puede interrumpir, ni por teléfono, que usa para recados, a no ser que bulla en él una pregunta, o varias, que debe consultar.

En esto del uso del teléfono es veloz, de una velocidad desconcertante: si tienes un recado para él, apréndelo rápido, y dilo bien, porque ese artilugio solo se ha hecho para cosas concretas. También Manuel Vázquez Montalbán y José Ortega Spottorno eran así: ninguno de los dos sabía despedirse, o tenían prisa, como Pradera, esa era la sensación que transmitían: estaban a otra cosa, el teléfono les quemaba en los oídos”.

Pido disculpas si soy injusto con los demás, pero, de momento, esto es lo que puedo ofrecer.

Buenas noches.

sábado, 26 de octubre de 2019

Buenos días. Molestar




El idiota molesta y no sabe que molesta, porque ni se plantea si molesta o no. 

Buenos días.

jueves, 19 de abril de 2018

Buenos días. Pregunta




La única pregunta que no molesta es la de ¿por qué? 

Buenos días.


domingo, 4 de febrero de 2018

Buenas noches. Seriedad




Este será un país serio cuando en horas de máxima audiencia empiecen a aparecer por televisión anuncios del estilo de que hay que taparse la boca con el brazo cuando se vaya a toser o que no se debe molestar en público hablando en voz alta. 

(Ayer una señora, en la pescadería, le contaba por teléfono a alguien a todo volumen que en su casa estaban todos enfermos y que a ella le dolía la garganta. Mientras, tosía sin taparse la boca encima de un magnífico congrio abierto). 

Buenas noches.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Mi mundo



Mi mundo no es de este reino. No comulgo con los criterios que se usan. No me gustaría nada complicado ni raro, pero sí que fuera razonable, vital, humano, cariñoso y que permitiera a cada uno ser como es. No estoy preparado para un mundo de cabezotas que quieren no sé qué cosas ya, en este momento y se moleste quien se moleste. La peste molesta va llegando a todas partes. Observas a la gente y todos están mirando hacia sus cosas, hacia sus pequeñas y podridas cosas. Tienes que desnudarte el alma para sobrevivir y el cuerpo, para sentirte vivo. Cuando las cosas se pudren, los gusanos no tardan nada en aparecer. Ojalá alguien tenga la lucidez y la fuerza para coger el timón y dar un bandazo enorme a este barco infame. Buenas noches. Besos y abrazos, si es que queda alguien ahí.

lunes, 19 de junio de 2017

Buenos días. Justificación




¿Justificarías que un ser humano adulto tuviera por costumbre molestar sin darse cuenta de que molesta? 

Buenos días.

domingo, 14 de mayo de 2017

Buenos días. Osadía 114



Atrévete a no comer en espacios cerrados, como autobuses, trenes o salas de espera, nada que produzca olores, ruidos o salpicaduras que puedan molestar. 

Buenos días.


martes, 14 de marzo de 2017

Buenas noches. Pregunta


Hay quienes no se han preguntado jamás si con sus palabras o con sus actos molestan a alguien. Creo que así no se puede ir por la vida. 

Buenas noches.


viernes, 4 de noviembre de 2016

Buenos días. Molestos



Quienes menos practican la empatía son quienes más molestan. 

Hay que empatizar. 

Buenos días.


lunes, 22 de agosto de 2016

Buenas noches. Estilo 4



Hay estilos egoístas, individualistas, molestos, deshumanizados y deshumanizadores que conducen indefectiblemente a la soledad. 

Buenas noches.


domingo, 27 de marzo de 2016

Buenas noches. El tiempo / 16




Molestar a alguien equivale a robarle su tiempo, a romperle un trozo de su vida. 

Por eso no hay vida humana sin respeto. 

Buenas noches.

martes, 17 de noviembre de 2015

viernes, 27 de marzo de 2015

viernes, 12 de diciembre de 2014

Ética para todos 14. Hay que apagar el móvil en los espectáculos



Propusimos para esta semana el análisis de esta norma:
Cuando se va al teatro, al cine o a cualquier espectáculo que tenga lugar en una sala cerrada en la que deba haber silencio, hay que apagar el teléfono móvil.”

Cualquiera puede observar lo frecuente y lo molesto que es estar en uno de estos espectáculos y que suene un teléfono móvil. Yo he visto a personas que no se cortan en absoluto y que se ponen incluso a contestar la llamada sin el menor rubor.

¿Es esta una norma jurídica? ¿La ordena alguien o alguna ley y, en caso de que no la cumplamos, nos pondrán alguna sanción? No. Esto no aparece en ninguna ley. De hecho, en los espectáculos “ruegan” que se apaguen los teléfonos, no lo ordenan. Por tanto, no es una norma jurídica.

Pero sí es una norma moral. Y es una norma que deja en evidencia con toda claridad la baja calidad moral -y, por tanto, humana- de quien no apaga el teléfono antes de que empiece un espectáculo.

¿Qué es lo que hay que pensar en relación con el teléfono móvil y los espectáculos? Pues algo muy sencillo y que sólo exige un poco de sensibilidad y otro poco de sentido común. En un concierto, en una obra de teatro o en una conferencia hay, por una parte, unos profesionales que están haciendo su trabajo y que deben ser respetados escrupulosamente. Si nos ponemos en lugar de los actores o de los músicos -es lo que hay que hacer siempre: ponerse en el lugar de quienes van a sufrir las consecuencias de nuestra acción- y nos imaginamos que en mitad de nuestro trabajo suena un móvil, creo que entenderemos fácilmente la falta de racionalidad y de humanidad que esto supone.

Pero no es sólo esto. Es que el espectador que no ha apagado su móvil no está solo en la sala -ni en el mundo-. Junto a él hay otros muchos espectadores que han pagado la entrada y que tiene derecho a vivir la obra en las mejores condiciones posibles, sin interrupciones evitables y sin ruidos que les desconcentren y les distraigan. Que suene el móvil en mitad de un espectáculo es una desconsideración de muy mal gusto hacia los trabajadores y hacia los espectadores.

Veamos que, pensando de esta manera, esta norma resulta claramente una norma moral.

En efecto, si yo estoy convencido de que hay que respetar a los demás y de que hay que evitar cualquier molestia innecesaria, me sentiré autoobligado no sólo a apagar el móvil, sino también a no hablar, a no hacer ruidos con los papeles de los caramelos y a evitar cualquier acción que interfiera negativamente en lo que se está haciendo allí entre todos.

Es también una acción incondicional, porque la razón por la que se apaga el móvil no nos beneficia a nosotros, sino a los actores y a los espectadores. No deja de ser sintomático de la actitud poco cultivada de quien no lo apaga, que no ponga los medios adecuados para disfrutar él mismo de la función en las mejores condiciones posibles. La acción de apagar el móvil cobra valor humano cuando se hace para no molestar. Entonces es incondicional. Quizá uno de los problemas de nuestra sociedad sea que no es frecuente que hagamos algo para no molestar a los demás, sino porque nos favorece a nosotros. Pero estas actitudes ya caen fuera de la moral y de lo humano y entran dentro de la selva.

Es también una acción claramente universalizable, en el sentido de que sería bueno que todos los espectadores lo hicieran. De hecho, cuando eso ocurre, todos -actores y espectadores- pueden gozar mucho más del espectáculo.

Como vemos, la ética no es más que el resultado de plantearse el hecho de que estamos en el mundo rodeados de personas y de cuál debe ser nuestra relación con ellas. Y esta relación es en algunos casos muy clara: o las respetamos -y actuamos como seres humanos- o no las respetamos -y actuamos como animales.

Te propongo que analices la siguiente norma para la próxima semana:
La mujer debe obedecer siempre a su esposo”

Ya me dirás lo que te parece y por qué.


martes, 3 de junio de 2014

Buenos días. Molestias




Tendríamos que plantearnos con una cierta frecuencia, pero con naturalidad y con mucho sentido común, si molestamos o no. Buenos días.

domingo, 29 de septiembre de 2013

lunes, 16 de septiembre de 2013

lunes, 22 de julio de 2013

Elegancia 51





Una persona elegante nunca discrimina ni molesta con bromas que pueden herir
a quien es diferente a ella.