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jueves, 7 de septiembre de 2023

Los efectos de la incultura / y 2

 


La ausencia del respeto es clamorosa. En cambio, ha ido creciendo la absurda creencia de que el mundo de todos es una especie de propiedad privada de unos cuantos, que pueden hacer lo que les dé la gana, sin que nadie tenga por qué protestar. Son muchos los casos que se pueden ofrecer de estas inhumanas actitudes crecientes. Por ejemplo, en un bar alguien puede reír a carcajadas estentóreas, hablar al volumen que prefiera y gritar lo que le salga de sus vísceras, porque el bar no lo considera un sitio público, en el que pueden estar a gusto todos y en el que no se debe molestar, sino que es como si fuera su casa. Por la calle, a alguno poco dado a la limpieza se le puede acabar el paquete de tabaco y lo puede tirar al suelo, o, si le viene bien, puede escupir en el suelo -¡han vuelto también a eso!- porque la calle es como si fuese suya. Si el equipo nacional femenino de fútbol gana el campeonato mundial, el presidente de la Federación puede atrapar ostentosa y públicamente su estructura gonadal, como si fuera un aficionado tosco y garrulo, y puede obligar a recibir un beso en los labios a una jugadora, porque las jugadoras son como si fuesen de su propiedad y estuvieran a su disposición. No se sabe si con ello intentaría proponer un modelo de comportamiento a alguien o era un efusión de patriotismo deportivo o que el machismo descerebrado le hervía.

En general, las normas parecen entes desconocidos o innecesarios. Es el caso, entre otros, de las de circulación, en donde los límites de velocidad, no conducir con el móvil en la mano, las direcciones prohibidas y los pasos de peatones son entes que parecen sobrar. Durante las madrugadas unos mindundis pueden pasar por la calle cantando o hablando en voz alta, sin la menor conciencia de que están molestando a quienes duermen. Hacer las cosas bien ha dejado paso a hacerlas de cualquier manera. Huir de ser y parecer un garrulo ha sido sustituido por hacer ostentación pública de serlo. Hablar con los hijos para ir educándolos poco a poco se ha sustituido por comprarles un móvil en cuanto pueden sostenerlo y que se eduquen ellos solos. La complejidad de la realidad ha dejado paso al imperio falso de lo simple, como se ve en las músicas y los juegos de los ciudadanos de poca edad. Lo simple se manipula mejor, pero ellos no lo saben ni les importa. Lo único importante es conseguir dinero, tener dinero, tener, y que no te rayen la cabeza con monsergas de humanidad y de cultura.


viernes, 24 de marzo de 2023

Acultura



 

Ser culto es cumplir las normas adecuadas para vivir como un ser humano y crear así un mundo en el que todos podamos vivir libres y con iguales derechos.

Ser inculto es no cumplir las normas adecuadas para vivir como un ser humano y renunciar a crear un mundo en el que podamos vivir libres y con iguales derechos.

Ser aculto es situarse al margen de las normas, vivir sin normas, sin preocuparse de si vive como un ser humano o no y traerle al fresco si se crea un mundo mejor o peor.

Creo que lo que va creciendo en nuestra sociedad es la acultura.


domingo, 6 de noviembre de 2022

Y nada más



 Vivimos el triunfo del corto plazo, de lo inmediato, de lo que causa placer y lo causa ya. Lo demás puede que exista, pero como si no. Se le ningunea y ni se le mira. Está de moda la chatez mental y nadie se atreve a mirar más allá de sus narices, no sea que vea algo que le altere su equilibrio plano.

Miro a la gente por la calle. Unos centrados en lo que oyen por los auriculares que llevan en las orejas. Otros concentrados en la pantalla del móvil, como si de un momento a otro fuera a aparecer en ella el secreto más buscado. Otros atienden a los dos reclamos a la vez. Da igual que pasen por un árbol sumido en la belleza del otoño, por un jardín pleno de flores primaverales o por un pobre hombre que duerme aterido por el frío de la noche. Lo que vale es lo que sale por el móvil, lo último, lo que reclama la atención con urgencia.

Invitas a comer a casa a unos amigos. Se sientan en donde hay cuadros, algunos de una belleza reconocida. Da igual: no los miran. Hay libros en diversos lugares. Es lo mismo: no les interesan. No preguntan qué estás leyendo. Tampoco ellos leen nada. Se preocupan por el placer, por la diversión, por lo que tienen entre manos en esos momentos. Más allá no hay nada. El arte está más allá, pero en el lugar en el que no se mira. El pensamiento está más allá, pero en el sitio al que no se sabe ir. El sentido está más allá, pero lo que les importa está más acá, en la superficie de una pizza, en el interior de una hamburguesa o en alguna pantalla. Y nada más.


jueves, 14 de julio de 2022

Lo que me encuentro



 

Cada vez que voy a un restaurante barato me encuentro con algún o algunos grupos de personas cuya incultura la muestran en su mala educación. Van a lo suyo como les da la gana y no les importamos nada los demás.

Cada vez que voy a un restaurante caro me encuentro con algún o algunos grupos de personas cuya incultura la muestran en su mala educación. Van a lo suyo como les da la gana y no les importamos nada los demás.

Cada vez que escucho alguna sesión del Congreso de Diputados oigo a algún o algunos grupos de personas cuya incultura la muestran en su mala educación. Van a lo suyo como les da la gana y no les importamos nada los demás.

Cada vez que salgo a la calle encuentro a algún o algunos grupos de personas cuya incultura la muestran en su mala educación. Van a lo suyo como les da la gana y no les importamos nada los demás.

Hay actitudes que van creciendo y se van adueñando del comportamiento de muchas personas. La incultura es una de ellas, y se manifiesta en la mala educación.

martes, 14 de mayo de 2019

Buenas noches. Adeptos




En la medida en que la ignorancia, la incultura vital o la poca ilustración, que es, más o menos, lo mismo, van subiendo de nivel y van haciendo más adeptos, el mundo va adoptando caracteres infernales. 

Buenas noches.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Buenos días. Incultura


El machismo no es natural, es inculto. 

Buenos días.


martes, 21 de abril de 2015

Buenas noches. Herencia



La falta de cultura embrutece. 

No hablo de la falta de conocimientos, sino de la ausencia de un estilo de vida humano, tolerante, abierto, igualitario, que promueva las libertades, constructivo, que deje vivir y que procure que vivamos todos mejor.


Esto, junto con el enorme destrozo económico neoliberal, va a ser la peor herencia que nos va a dejar este pseudogobierno del PP, tan lleno de brutos que no ven en el horizonte más que su propia brutalidad. 

Buenas noches.

lunes, 5 de mayo de 2014

Lo que veo cuando miro. La incultura y el asco

Tener cultura no consiste en haber estudiado, ni en saber cosas, ni en tener títulos. Tener cultura es haberse dado cuenta de lo que significa vivir como un ser humano, haber comprendido ideas tan sencillas como el respeto, la solidaridad, el amor, la libertad y la igualdad. Una persona culta sabe que el respeto se lo debemos a las personas, a los animales y, en general, a toda la Naturaleza. Una persona culta sabe que somos un tipo peculiar de animales, que llevamos una bestia dentro y que tenemos que aprender a controlarla. A una persona culta no le gusta el sufrimiento, sino el placer; prefiere la igualdad a la libertad; lucha por la justicia y evita las atrocidades. Para ser culto basta con preguntarse con limpieza y con generosidad en qué consiste un ser humano.


Pongo aquí este vídeo que contemplé días pasados con estupor. Te aviso de que es un vídeo muy duro. Si eres muy sensible, no lo veas. La ausencia de cultura es total y absoluta en él. Todos los que aparecen son bestias con aspecto humano. No se han dado cuenta de lo que significa vivir. Estas personas dan asco. Buenas tardes.

Puedes verlo aquí.

miércoles, 2 de octubre de 2013

El PP necesita autoafirmarse





Acabo de oír que que el Ayuntamiento de Madrid quiere quitarle el nombre al Teatro Fernán Gómez, para volver a llamarlo Centro Cultural de la Villa.

Este tipo de medidas las suele adoptar el PP de vez en cuando porque, al parecer, suponen para ellos una maniobra de autoafirmación, una muestra ante su clientela de poderío público y un símbolo de que mandan en la ciudad. Lo han hecho en alguna ocasión cambiando el nombre de las calles. Recuerdo que en Alcorcón cambiaron el nombre de Avenida de la Libertad por el de un alcalde del PP que estuvo muy poco tiempo en la alcaldía porque se murió. Luego, hubo que reponer el nombre inicial de la calle.

A mí casi me gustaría que esta vez lo hicieran con el Teatro, porque ello sería una muestra pública de su incultura y de su chulería y algo que recordarían muy bien todos sus detractores a la hora de las votaciones. Vaya panda de ineptos tenemos encima.

viernes, 24 de mayo de 2013

Buenos días. La clase tosca




La clase tosca, esa tan poblada de gente antigua, retrógrada, inculta, que ve la vida con los ojos de la riqueza y nada más, que no cree en la democracia, que no soporta esta vida y necesita inventarse otra, cuando las cosas no le van bien, se vuelve aún más tosca. Intenta así evitar que los toscos caigan en la tentación de tomar conciencia y dejen de serlo. La clase tosca se radicaliza, pierde el sentido del ridículo y comienza a hacer disparates de un calibre superlativo. La clase tosca está hoy tan extendida lamentablemente que puede parecernos que lo tosco es lo normal.

Me parece muy peligrosa esta actitud de quedarnos quietos ante tanta tosquedad con apariencia de normalidad. Creo que deberíamos ser más críticos, más racionales, más dialogantes y ser capaces de distinguir en lo que vemos lo que vale de lo que no vale. Me da igual que tú pienses que vale lo que yo creo que no. Es justamente la tosquedad lo que es uniforme y excluyente. Yo defiendo todo lo contrario: que cada uno piense como quiera, pero que sea capaz de justificar con argumentos lo que defiende. Con argumentos -que somos humanos- no con creencias o con órdenes de arriba. Somos humanos en tanto que pensamos. Y si no pensamos, nos quedamos en meros juguetitos en manos de los toscos que quieren manejarnos.

Creo que no queda otro remedio que ponernos a ser críticos. Los tiempos vienen así. Buenos días.

jueves, 9 de mayo de 2013

Buenas noches. No quieren que pienses




No quieren que pensemos. No quieren que sepamos. No quieren que tomemos conciencia de lo que pasa, de lo que hacen, de cómo nos manejan. No quieren que esa parte indispensable de nuestra propia humanidad, la mente, se desarrolle como la de un ser humano normal. Nos quieren ignorantes, entontecidos, inconscientes, incultos y, a ser posible, que llevemos muy a gala nuestra incultura sin que tengamos la menor idea de lo que estamos haciendo. A los que tienen dinero, los ideologizan, les meten cuatro cosas convenientes en la cabeza y crean así un ser dócil a su imagen y semejanza. A los que no tienen dinero, ni eso. Les dan de comer fútbol, alcohol, velocidad, tele y ansias de tener, pero procuran que no piensen. Sobre todo, que no piensen. Y, por si acaso lo hacen, sueltan sin el menor apuro todas las mentiras que sean menester, del calibre apropiado y con la insistencia necesaria para que parezcan no tanto una verdad razonada, sino una evidencia. Todo lo que huele a humanidad, a racionalidad, lo destrozan. Se cargaron la Educación para la Ciudadanía, queda poquísimo de Ética, de Filosofía, pero mucha Religión, mucho situar el centro de atención en otros mundos, para así ellos poder manejar a su gusto éste.

Otro mundo es posible. Otros mundos son posibles, pero todos deben de estar aquí abajo. No te acostumbres a dar saltos tan altos hacia las estrellas, porque aquí abajo cada vez hay más mierda sobre la que puedes caer.

Reparte mucho cariño antes de dormir y hazlo bien. Te recomiendo, por tu bien y por el de todos, que procures pensar, no para creer, sino para intentar entender lo que está pasando. Buenas noches.