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viernes, 20 de mayo de 2016

Los viernes, etimologías. 112. El verbo Iacio



EL VERBO IACIO

Hace meses, o años, que quería escribir sobre este verbo, y por fin me he decidido. Es un verbo latino muy importante en nuestro vocabulario, pero está totalmente camuflado, y seguro que cualquier hablante normal ni es consciente de que lo utiliza. Está en castellano en su forma simple, echar, pero además en montones de prefijados: inyección, deyección, proyección, y nada menos que entra como étimo base en objeto, sujeto, etc.

Se reconstruye una raíz común ye comparando el latín iacio (arrojar), el griego ἵημι (híemi, enviar), el sánscrito ijami (hacer), y el tocario ya (hacer). (Siempre que cito el tocario reprimo el deseo de explicar el curioso caso de esta lengua indoeuropea, en realidad dos, tocario A y tocario B, descubiertas recientemente, hacia los años sesenta u ochenta del XX, habladas en el centro de Asia, desaparecidas hacia el año 1000, y parecidas a las lenguas occidentales más que a las orientales).

El griego ἵημι está en el origen de cultismos médicos como catéter, sonda que se introduce para dilatar, y enema (el que significa lavativa, de ἐν, dentro + ἵημι, enviar; porque hay otro enema, de otra raíz, de αἷμα, sangre, medicamento antihemorrágico). Y sin confundir con edema, que tampoco es de esta raíz.

La raíz indoeuropea produce en latín dos verbos paralelos, iacio y iaceo, que se especializan en distintos significados: iacio (arrojar, echar) y iaceo (yacer, estar echado). Iaceo ha dado una familia interesante: yacer, yacija (cama pobre), yacimiento, yacente, adyacente, subyacente, etc. Como está claro, yacer es eufemismo del acto sexual. Un tabú; y también se usa para solventar otro tabú, la muerte, "aquí yace", está echado, para evitar decir "está muerto". Es curioso, amor y muerte, ἔρος y θάnατος (eros y thánatos) unidos en los sentidos figurados de yacer.

Por su parte iacio (arrojar), produce en castellano echar, que antes fue jactar (que significó agitar), jaculatoria (frase religiosa que se lanza hacia...). De echar derivan desechar y desecho, jactancia y jactancioso. Y con prefijos tenemos inyectar e inyección, deyección, proyección, proyecto y proyectil (me encanta este trío, cómo cambian los matices semánticos, proyección en el cine, proyecto en la mente y proyectil en la guerra), abyecto, conjetura, trayecto, sujetar y sujeción, óbice, objeción y objetar, eyacular (es la palabra que mejor conserva la raíz latina: e, desde dentro, + jacio, lanzar)...

Me asombra la abundancia de significados. Pues faltan dos términos muy usados en Gramática, adjetivo e interjección, y dos conceptos básicos en nuestro vocabulario abstracto, objeto y sujeto, objetivo y subjetivo, objetivismo y subjetivismo.



Y seguro que olvido más palabras. A mí me sorprende muchísimo esta familia de palabras.