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lunes, 19 de septiembre de 2022

Maral Fe, mujer iraní, ser humano

 


Soy una mujer musulmana nacida en Irán. Crecí en un país musulmán donde la tradición tiene una fuerte influencia. Mi familia no era religiosa y nunca tuve que usar un hiyab en espacios privados y no sigo las reglas islámicas del hiyab en espacios públicos tanto como puedo. La policía de seguridad moral me arrestó una vez y me tomó una foto como delincuentes y me prometió que seguiría las reglas del hiyab de ahora en adelante, pero no las volví a seguir. No soy el único así y millones de mujeres tienen mis condiciones. Las mujeres iraníes que tenemos familias no religiosas tenemos una doble vida; En el espacio privado, tenemos nuestro propio estilo de vida deseado y en el espacio público, violamos las leyes islámicas (por supuesto, tanto como sea posible). Pero durante varios años, el tema del hiyab se ha convertido en el principal problema de muchas mujeres, y ya no queremos el hiyab obligatorio. Confío en que la tragedia de Mehsa Amini será un punto de inflexión en la lucha de las mujeres iraníes contra el hiyab obligatorio y mantendrá vivo su nombre.

Creo profundamente que una mujer es un ser político, porque el cuerpo de una mujer es un lugar de conflictos políticos y todos quieren asignar deberes a las mujeres, y las religiones están por encima de todo, y por eso soy islamófoba porque tengo visto cómo esta religión ata a las mujeres. No hay belleza en el hiyab, y no soporto el trato sentimental. Detrás de cada velo de las páginas se esconde una historia sobre la violencia y la presión sobre las mujeres. Miles de mujeres han sido asesinadas a causa del hiyab y las leyes religiosas. Embellecer el hiyab es como plantar flores en la tierra.

viernes, 30 de abril de 2010

Pañuelo / 4

La tolerancia, como dijo el poeta Walt Whitman, es la capacidad de ver no a un blanco o a un negro o a un judío o a un musulmán, sino a un ser humano. Las escuelas que, de una manera innecesaria y absurda, prohíben acudir a los alumnos vestidos con las ropas que ellos han elegido y que no atentan contra nadie creo que hacen gala de una mentalidad intolerante.

Platón, en su sistema racionalista, defendía que el gobernante debería ser el sabio y que su característica más importante sería la prudencia. La condesa gobernanta de la Comunidad de Madrid ha sido muy imprudente afirmando que en su opinión se debería prohibir que las alumnas musulmanas acudieran a clase sin cubrirse la cabeza con el hiyab. Y, como ya he manifestado en este blog, es también muy hipócrita defendiendo medidas institucionales acordes con una religión y prohibiendo, a la vez, actitudes individuales propias de otra. Un alarde de arbitrariedad muy peligrosa en manos de una política intelectualmente inmadura.

La intolerancia de un Consejo Escolar de una escuela que dicta a su capricho medidas absurdas y sin justificar racionalmente, junto con la ignorancia, la hipocresía y la imprudencia de una gobernanta acostumbrada a hacer y decir lo que le viene en gana han provocado la reacción de las asociaciones de musulmanes residentes en España que temen que se recorte la libertad religiosa en el país, si es que el hiyab se convierte en un arma electoral y se dificulta a las alumnas musulmanas el ejercicio de su derecho a la educación. Una gratuita espiral que esperemos que no acabe en sufrimientos y en dificultades.

Mierda de país. Aquí todavía hay mucha gente que quiere mandar sobre los demás. Aquí abundan lamentablemente los que no tienen un concepto sano de lo que es la libertad, ni de lo que son las libertades ni los derechos individuales ni la democracia. Aquí todavía hay muchos que intentan tapar su propia incapacidad dando lecciones sobre cómo deben actuar los otros. Aquí mucha gente se empeña en crear un mundo en el que cada vez sea más difícil vivir para más gente. No sé en qué acabarán estas actitudes y esta situación.