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viernes, 3 de marzo de 2017

En pocas palabras. Aforismos. Sobre la fotografía


La fotografía mata el momento, pero crea vida.


En el fondo, la fotografía, más que una visión, es una mirada.


Es posible que provoque más emoción una fotografía que la realidad.



Disponible ya la segunda edición de En pocas palabras. Aforismos, de Manuel Casal, en 

http://espacioulises.com/libreria/en-pocas-palabras-aforismos-de-manuel-casal/

miércoles, 22 de febrero de 2017

En pocas palabras. Aforismos. Sobre la fotografía



La fotografía no reproduce la realidad. Crea una nueva.

En las fotografías en blanco y negro los colores no fueron capaces de soportar la emoción.

La fotografía detiene la realidad para que eche a andar la mente.


Disponible ya la segunda edición de En pocas palabras. Aforismos, de Manuel Casal, en 

http://espacioulises.com/libreria/en-pocas-palabras-aforismos-de-manuel-casal/


domingo, 23 de octubre de 2016

En pocas palabras. Aforismos / Sobre la fotografía



La fotografía posiblemente sea el arte más practicado en la actualidad. No está de más reflexionar sobre lo que significa la fotografía. En el libro se hace y se dan algunas ideas como estas.


La fotografía no reproduce la realidad. Crea una nueva.

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En las fotografías en blanco y negro los colores no fueron capaces de soportar la emoción.

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El fotógrafo es imprescindible, pero el modelo es insustituible. 

viernes, 4 de enero de 2013

El Calendario de Bautista. 4/1/2013. Eve Arnold




Tal día como hoy de 2012 murió la fotógrafa Eve Arnold. Tienes más información aquí.
Puedes ver aquí algunas fotografías de Eve Arnold.

miércoles, 20 de junio de 2012

Yolanda Domínguez en PhotoEspaña: Preludios




Cada artista expresa lo que vive, aquella parte de su experiencia que le resulta relevante y que considera merecedora de ser comunicada a los demás. Esta experiencia vital del artista puede ocupar un espacio significativo más bien cercano a su mundo intelectual, en cuyo caso su obra es muy posible que resulte un tanto críptica u oscura, con un contenido muy personal y propio del artista. Por el contrario, cabe suponer que la referencia de la obra de arte se encuentre más en los alrededores de lo que le ocurre a un buen número de ciudadanos y probablemente en estas circunstancias pueda ser más fácilmente comprendida por estos, con lo que la experiencia comunicativa pretendida por el artista será, sin duda, más feliz.

Este último me parece que es el caso de Yolanda Domínguez en toda su obra y, en particular, en su última propuesta para PhotoEspaña, la titulada Preludios, que puede contemplarse en la Galería Rafael Pérez Hernando, de Madrid, hasta el 27 de julio. La artista, sin renunciar, ni mucho menos, a la dimensión sugerente, simbólica, provocadora e interpretable que toda obra de arte tiene, presenta una temática cercana, o que, al menos, debería serlo, al espectador.

La serie, como decimos, se denomina Preludios. La lógica pregunta subsiguiente es: preludios ¿de qué? Veamos. Que sean fotografías, todas ellas pigmentadas en rosa, sobre temas domésticos y tomadas en una casa de muñecas son indicios suficientes para concluir que se refieren a la mujer. Con más concreción, se trata de plasmar las funciones que el ideario tradicional ha atribuido a las mujeres dando lugar a lo que socialmente se conoce como género femenino.


Aparecen así un conjunto de paisajes domésticos en los que figuran muebles, ventanas, atuendos de mujeres y enseres que podemos encontrar en cualquier hogar. En todos ellos parece latir algún elemento inquietante que sirve para que nos adentremos en el mundo real de la mujer. No encontramos en ellas ningún ser humano y, sin embargo, su enorme poder sugerente nos hace adivinar presencias ausentes, pasados hechos presentes, futuros adelantados, temores invisibles, esclavitudes sin cadenas, rutinas asumidas o incluso violencias que pueden avecinarse. Una mujer sin rostro y sin cuerpo parece estar siempre presente, sin verse, en todas las fotografías.

La iconografía de Yolanda Domínguez es, no obstante, sencilla y hasta podría parecer un tanto ingenua. No encontramos en ella a primera vista elementos que la conviertan en una suerte de denuncia o de crítica en algún sentido. Pero puede detectarse pronto un enorme poder evocador, sugerente, en cuyo caso las fotografías se convierten en vehículos con capacidad para enlazar las situaciones que se relatan con otras que encontramos en la vida diaria. La limpieza, el sexo, la belleza, la figura de la madre o la comida son algunos de los asuntos que se muestran y justamente la ausencia de personas hace que las situaciones que se adivinan se puedan generalizar y permitan una lectura más teórica y más desligada de situaciones demasiado concretas. Estas situaciones presentes en la serie se asocian con frecuencia con funciones femeninas, con tareas que, sin que medie ninguna justificación razonable, la sociedad atribuye a las mujeres. Pero ¿qué ocurre después de que la mujer emplee su vida en el desarrollo de esas funciones femeninas? Lo que se entiende como femenino ¿humaniza más a la mujer o la reduce a un ser obediente? ¿Cuál es el precio que paga la mujer por estar siempre bella, dulce y dispuesta? ¿Tienen sentido las horas de trabajo doméstico sin remuneración, los sacrificios por mantener una estética femenina? ¿Qué razón hay para mantener la discriminación por razón de sexo? Estos son algunos de los asuntos vitales que la propuesta de Yolanda Domínguez podría sugerir con sus Preludios. Lo que hay más allá de estas fotografías, lo que puede que sugieran es que todavía en nuestras sociedades las mujeres tienen que revisar sus papeles, si quieren recuperar su libertad y su humanidad.

miércoles, 25 de abril de 2012

Fin de las clases en la EFTI

Hoy hemos acabado las clases en la EFTI. Algunos compañeros hemos coincidido en que se nos ha hecho corto el curso. Hemos tenido muy buenos profesores que nos han abierto muchas ventanas por las que ver el mundo de otra manera y eso es muy importante para vivir. Quiero darles las gracias a todos ellos e invito a mis compañeros a que, si leen esto y quieren, se adhieran poniendo su nombre en los comentarios. Y quiero hacerlo con una selección de la composición de Philip Glass, titulada The Photographer, con la que el músico cerrará el concierto que precisamente hoy dará en el Auditorio Nacional de Música. Un fotógrafo no puede ser ajeno al mundo ni, por supuesto, a la música.

Una breve y muy interesante introducción al contenido de esta pieza la puedes encontrar aquí.