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viernes, 31 de diciembre de 2021

Fin de año




Se acaba el año 2021, pero no se acaban los días.


En realidad, no sé lo que se acaba, pero no se acaba el tiempo.


Lo que no se acaba, por desgracia, es el miedo como reacción habitual, ni el odio, ni la intolerancia, ni los malos tratos, ni la violencia, ni las discriminaciones, ni las desigualdades, ni los asesinatos, ni los robos con guante blanco o sin guantes, ni la idiotez, ni las malas formas, ni el cambio climático, ni la ignorancia, ni la mala voluntad, ni la insensibilidad, ni las manipulaciones, ni las explotaciones, ni la mala educación ni la pandemia ni la inhumanidad. En medio de tanto alboroto, solo parece que se acaba el año. ¡Qué cosas!


En todo caso, mientras no se acaben la paciencia, la esperanza, el buen humor, la buena voluntad, la alegría, el deseo de conocer racionalmente, la ética, las buenas artes, las libertades, el deseo de igualdades, la necesidad de rebelarse ante los abusos ni el amor, quizá algunos -solo algunos, por desgracia- estemos todavía a salvo.


El año 2022, por tener cifras distintas en su nombre, no va a traer nada nuevo ni va a cambiar nada. Todo depende de lo que hagas, de lo que hagamos. Suerte.




 

martes, 29 de diciembre de 2020

Todos los días son iguales





Se acerca un nuevo año. La tradición dice que hay que desear un año feliz a quienes se quiere. Yo lo deseo por no hacer el feo, aunque realmente no sé muy bien qué es lo que eso quiere decir.

Me intriga la idea que parece funcionar en las mentes de muchos de que el 31 de diciembre se acaba un año y que el 1 de enero aparece otro distinto, que se quiere que sea mejor y que se espera que poco tenga que ver con el que termina. Esta atribución de características propias a cada año me parece fruto de imaginaciones que se inventan cosas que poco tienen que ver con la realidad.

Los años no son más que unidades de medida, como el segundo o como el metro. Van de enero a enero como podían ir entre cualesquiera otras fechas. El 31 de diciembre y el 1 de enero son días de veinticuatro horas, como todos y no hay nada en la naturaleza que cambie el contenido de un día por pertenecer a un año o a otro.

Esa magia milagrera que quiere convertir un año en mejor que el anterior responde a mentes poco dadas a hacer caso a lo avalado por el conocimiento, por la ciencia, y a confundir los deseos con la realidad, los milagros con el conocimiento y lo improbable con lo posible. Una actitud mental muy peligrosa, que lo confunde todo y que produce consecuencias muy nocivas para la sociedad.

Pertenezcan al año que pertenezcan, los días no son más que días, y, en ese sentido, son todos iguales. La que tiene que ser distinta es nuestra mentalidad, que tiene que evolucionar no cada año, sino cada día, hacia una mayor racionalidad.

martes, 31 de diciembre de 2019

Buenas noches. Fin de año


Esta noche, fiesta.
O no.
Qué más da lo que hagamos una noche.
Lo importante es que nos habituemos a disfrutar de la vida, a ser conscientes de que estamos vivos y a crear una vida buena y humana cada instante de nuestra existencia.
Así que a disfrutar como un ser humano.

Buenas noches.

domingo, 23 de diciembre de 2018

Fin de año 2018



Se acerca el fin del año 2018, unos días escoltados por las fiestas religiosas y comerciales de la Navidad y de Reyes que no me interesan.

Todos los días son iguales, incluso el 31 de diciembre y el 1 de enero, y, sin embargo, no son tan iguales. No podemos vivir de forma que dos días cualesquiera sean iguales. Cada día tiene que ser una aventura distinta, con un plan propio, unas ganas crecientes de vivir y un deseo pertinaz de que el mundo sea algo mejor, más vivible, más humano.

No existen los años, ni los días ni el tiempo. Estas no son más que maneras de medir la realidad, de poder situar antes o después lo que nos pasa. El fin de año es, por tanto, un invento, un tope ficticio que nos pone delante el calendario y que nosotros aprovechamos para hacer fiesta.

Para lo único que me sirve a mí el fin de año es para recordarme que todo se acaba, los años, los días y la vida, y que, de momento, después de un día viene otro y que tras un año aparece otro nuevo. Pero intento fijarme en que todo lo que pasa, desde un minuto hasta una vida, hay que vivirlo con intensidad y con alegría, sabiendo lo que se está viviendo en cada situación, y volcando en ese vivir todos los valores que queremos hacer realidad. Los días se acaban, los años terminan, pero antes de que lo hagan tenemos que conseguir una vida más humana cada día. Buena vida para ti y para todos.

domingo, 31 de diciembre de 2017

Buenos días. Vidas



Esta noche empiezan 365 vidas más para poder vivirlas todas y cada una. A por ellas. 

Buenos días.


martes, 31 de diciembre de 2013

Buenas noches. Que venga al galope





Un día menos. Un año menos. No hay problema, porque vienen otros de repuesto. No veo ninguna razón para celebrar que se ha ido un año ni para hacerlo porque venga uno nuevo, pero si hay fiesta, vivamos la fiesta lo más intensamente que podamos. Que disfrutes mucho y que esto sea el indicio de que la felicidad se te acerca al galope. Buenas noches.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Buenos días. Fin de año




Hoy es un día como lo fue ayer y como lo será mañana. Un día como todos. Pero hoy el día tiene un fuerte carácter simbólico, porque con él el año se acaba.

Y es que todo se acaba. Se acaba el día, se acaba el año, te acabas tú y me acabo yo. Pero, de momento, tras un día que se acaba viene otro y después de un año que se gasta viene otro nuevo a reemplazarlo. La vida consiste en conquistar lo nuevo, en llenarlo de humanidad, en sacarle todo el disfrute posible y en usarlo para mejorar el mundo en el que estamos. Vivir es llenar de vida el día y confiar en que el nuevo podamos llenarlo aún más de vida.

A todos y a todas, feliz día, feliz año y feliz vida.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Sin remedio


Es que todo el mundo habla como si tuviera toda la razón del mundo. Nadie opina, todos parece que pontifican. Ganan lo que no tienen buena voluntad y pagamos todos. Llevan años así. No creo que el nuevo año cambie nada. Esto parece más bien una condena en un mundo de sabios ignorantes sin remedio.