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lunes, 1 de julio de 2019

Buenas noches. Votar




La responsabilidad no está solo en los políticos. También, y sobre todo, en quienes les votaron y en quienes no fueron a votar. 

Buenas noches.

martes, 18 de octubre de 2016

El PSOE



Acabo de oír en la radio la un tanto tramposa alusión de Miguel Ángel Aguilar a Max Weber y su diferencia entre una moral de la convicción -la que profesarían los defensores en el PSOE del 'No es no'- y una moral de la responsabilidad -que sería propia de quienes optan por la abstención para que el país pueda tener un gobierno.


A mí me parece que el PSOE está ahora en una situación no agradable, pero trascendental, de convertirse en el único partido español coherente, con una vocación de izquierdas y con un futuro prometedor. A Podemos ya se le vio el viejo, pero inmaduro, plumero cuando prefirió a Rajoy y no votó a Pedro Sánchez. Iba a lo suyo y se encontró con los suyos, aunque con algunos menos de los previstos. De Ciudadanos sabemos ya que, en el fondo, apoyará a Rajoy, pase lo que pase. Es el PSOE el que puede ser coherente con sus convicciones y encarar la responsabilidad de convertirse en el único partido en el que poder confiar, si se mantiene en el 'No es No'. Si se abstiene, sancionará un estado de cosas en el que los partidos -todos-, con independencia del voto de los ciudadanos, harán lo que les venga en gana. En el fondo, la abstención del PSOE podrá ser interpretada como el triunfo del gran lema de la ideología capitalista neoliberal: Todo vale. Y a ver quién vuelve a votar al PSOE.

jueves, 22 de mayo de 2014

Lo que veo cuando miro. Está hasta los cojones



Pasé por la puerta de un bar y un individuo decía:
-Pues no voy a votar porque estoy hasta los cojones de todos ellos. Conmigo que no cuenten.

Me pareció el triunfo conjunto del 15 M y del PP.

Buenas tardes.



lunes, 31 de marzo de 2014

Lo que veo cuando miro. Hay que suicidarse bien



La costumbre de suicidarse es muy antigua, aunque no siempre ha estado bien vista ni se ha entendido de la misma manera.

En Grecia y Roma existía la figura del suicidio forzado, que consistía en dar a elegir al condenado entre el suicidio voluntario o una pena peor, que podía afectar incluso a sus familiares. Casos célebres fueron los de Sócrates, Séneca o Nerón. Entre los samuráis japoneses el haraquiri podría ser considerado también como una forma de suicidio forzado. Se procuraba que fueran procedimientos rápidos y poco desagradables. Incluso en el caso del haraquiri existía la figura del ayudante que, al poco tiempo de comenzar la ceremonia, decapitaba al suicida para evitar sufrimientos innecesarios.

En la Edad Media se huía de una muerte rápida. Ni siquiera se valoraba en el caso de un suicidio. Se prefería un tiempo de arrepentimiento previo a la muerte, para poder así arreglar las cuentas con la divinidad.

Hoy, en este mundo postmoderno en donde caben todas las posturas, hay quienes valoran una muerte rápida que evite el sufrimiento propio y el ajeno, y hay quienes, con la mentalidad medieval tan extendida entre nosotros, prefieren una muerte lenta que, aunque desemboque en el final previsto, se note poco en su transcurrir. Así han aparecido dos formas de suicidio que se están extendiendo como la pólvora, especialmente por Europa.

Una consiste en que los pobres voten a la derecha. Con la excusa de que la izquierda no les atiende y, en lugar de procurar que llamar su atención y que cambien de actitud, deciden votar a los causantes de su propia pobreza. Al trabajador, que vive mal a causa de que el empresario le saca los hígados explotándolo, se le ocurre votarlo, con lo que el mecanismo del suicidio se pone en marcha, seguramente sin que el propio trabajador se entere de nada de lo que está haciendo.

Los que prefieren la otra forma de suicidio no votan directamente a la derecha, sino que deciden abstenerse. Como la derecha tiene muchos intereses económicos y sociales que defender, vota siempre. A la izquierda, en cambio, le gusta ponerse crítica, incluso consigo misma. Hay gentes en la izquierda que incluso no toleran que ganen ellos mismos en una elecciones y, en cuanto ocurre, comienzan a quitarle valor al asunto. En un alarde de desconocimiento preocupante de la estrategia, les da por decir -y es posible que incluso se lo crean- que todos son iguales y que no merece la pena votar a ningún partido, lo cual produce en la derecha una satisfacción importante que disfrutan sin que se les note demasiado, como disimulando. Si la izquierda se abstiene, gana otra vez la derecha, con lo que el pueblo sigue sufriendo calladamente sus consecuencias y va avanzando sin remedio hacia el suicidio.

Si en mitad del siglo XX había quienes pensaban que el hombre era un ser para la muerte, hoy, viendo los resultados de las elecciones aquí y fuera de aquí, se podría decir que el hombre es un ser para el suicidio, pero hay que suicidarse bien, sin salpicar y procurando no dar un espectáculo demasiado desagradable. Buenas tardes.



viernes, 7 de febrero de 2014

Lo que veo cuando miro. Intereses





Quienes tienen intereses económicos particulares, privados, van siempre a votar y votan a la derecha. Abstenerse y dejar al país en manos de estos ricos interesados es, cuanto menos, suicida. Y luego está el daño que le pueden hacer a los demás. Buenas tardes.

jueves, 6 de febrero de 2014

miércoles, 5 de febrero de 2014

Lo que veo cuando miro. No votar





Estamos como estamos gracias a quienes no votaron contra la derecha. Espero que en lo sucesivo recapaciten. Buenas tardes.

Lo que veo cuando miro. El bumerang de la abstención





Una votación es un acto social, objetivo, político, ciudadano, que tiene sus consecuencias concretas y visibles en la vida y de las que se responsabiliza el votante. La abstención tiene consecuencias imprevisibles, algunas de las cuales pueden hacer daño al propio ciudadano que se abstiene o a los demás, y de las que se responsabiliza también él mismo.


domingo, 29 de diciembre de 2013

Lo que veo cuando miro. Extraño país

Extraño país este en el que la ultraderecha se presenta como una derecha democrática sin que nadie diga nada. Extraño país en el que el pueblo acepta tanta mentira sin rechistar. Extraño país en el que la gente lucha absteniéndose. Extraña mezcla de ignorancia, corrupción, fascismo, resignación, desfachatez y despiste. Buenas tardes.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Disfruta




La luz, la sanidad, la educación, la negación a que no corten la energía a los pobres, Caja Madrid, la Rubia, Bárcenas, las mentiras, el cinismo, el aborto, el camión represor, la reforma laboral, la del código penal, la LOMCE, la corrupción generalizada en el PP, la inutilidad, brutalidad y crueldad de este Gobierno, Aznar, Botella y sus descendientes, etc. etc.: Disfrutad de lo votado y de lo abstenido. Disfrutad a gusto de toda esta mierda.

viernes, 30 de agosto de 2013

Buenas noches. Abstención ¿para qué?





Todavía hay personas que, cuando ven que la situación de la sociedad y de la política actuales no les gusta, salen a las redes a proclamar a los cuatro vientos que en las próximas elecciones no van a votar, para que se enteren así de una vez estos políticos tan malos.

Esto me parece que es muy peligroso. Creo que los que no se enteran de lo que ocurre son estos abstencionistas, que amenazan con su actitud con seguir condenándonos a que gobierne la derecha. Tienen 4 años entre una votación y otra para montar todos los números que quieran, para convencer a los políticos y a los ciudadanos de lo que habría que hacer, para gritar a los cuatro vientos sus ideas, pero a la hora de elegir gobernantes, lo que hay que hacer es elegir gobernantes y no tener absurdas posturas testimoniales, como esa de la abstención. Es un error infantil, pero que está haciendo un daño terrible a la sociedad.

Creo que la cosa está muy clara. La derecha vota siempre porque tiene muy fuertes intereses económicos en juego y quiere que las leyes les favorezcan a ellos. Si la izquierda, en lugar de votar a alguien, por muy malo que sea, se queda en casa, volverá a ganar la derecha. Por eso estos neoliberales se frotan las manos con esas consignas tan estúpidas -por falsas y por reaccionarias- de que todos los políticos son iguales. Con eso se desmoviliza a la izquierda que mira al cielo y la derecha vuelve a ocupar el poder.

¿Tan difícil es esto de entender? ¿Tan difícil es ver que los ciudadanos pueden movilizarse durante cuatro años para que las cosas cambien? Buenas noches.

domingo, 9 de octubre de 2011

La gran baza del PP

No tienen programa presentable sin que asusten y decepcionen a sus anestesiados votantes. Así que lo que buscan es esto:




domingo, 11 de septiembre de 2011

Conservador o progresista




Aquí y ahora creo que se es conservador o progresista no por lo que se piensa o por lo que se dice, sino por a quién se ayuda de hecho con el voto o con la abstención para que ejerza el poder.