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martes, 3 de junio de 2014

Lo que veo cuando miro. ¿Monarquía o república?



Soy republicano y comunista. Ambas cosas, en teoría. Me parece que la forma de jefatura del Estado más racional y democrática es la república, en donde el jefe sea elegido democráticamente por los ciudadanos. Soy comunista porque me parece que el modo de producción más justo es aquel que no permita el lucro excesivo de quienes tienen los medios de producción, y porque el modo de reparto de las riquezas debe ser justo, equitativo y basado en la igualdad.

Dicho esto, en la práctica, no soy ni republicano ni comunista. No soy republicano porque en este país está aún vigente aquel diagnóstico de Machado en sus Proverbios y Cantares: “De cada diez cabezas, / nueve embisten y una piensa. / Nunca extrañéis que un bruto / se descuerne luchando por la idea.”. Me parece que entre nosotros no estamos acostumbrados a razonar sosegadamente sobre lo que ocurre. Los impulsos, las embestidas, los vaivenes irracionales son, en este país de personas poco dadas a la información y al conocimiento, muy peligrosos. No quiero ni pensar qué sería de España con personajes como Esperanza Aguirre, Gallardón, algunos de los muchos implicados por la Gürtel, un corrupto sin descubrir o algún iluminado de los que pueblan los diversos partidos encumbrados en la Jefatura del Estado. Si ya la democracia nos está dando unos sustos de consideración con esas abstenciones peregrinas y esas mayorías absolutas tan curiosamente obtenidas, sólo faltaba poner al frente del Estado a algún elemento al que se le ocurriera terminar, de un plumazo interesado, con la débil democracia que poseemos. No sé qué hubiesen hecho cualquiera de estos 'estadistas' un 23 de febrero.

Por lo demás, no conozco a ningún experto en esta materia que defienda que, económicamente, la república sea más barata que la monarquía. Sí, en cambio, conozco quienes sostienen lo contrario. Y, sobre todo, están los datos. En el año 2013, la monarquía española le costaba al ciudadano 7,9 millones de euros. La británica costaba 42, la República francesa, 103 y la República italiana, 228. De manera que desde el punto de vista económico no hay nada que decir en favor de la República.

Nunca entendí que las andanzas de Urdangarín tuvieran que afectar a la monarquía, como no entendería que hubiera que dejar de ser demócrata porque Rajoy tuviera un yerno golfo, o que algún católico dejara de creer en su religión porque el papa tuviera un familiar torcido.

La república me parece una forma ideal de gobierno, pero no veo yo la coyuntura española muy preparada para asumirla conscientemente. Cuando la formación política de los ciudadanos se normalice, será un buen momento para hablar de este asunto. Mientras tanto, prefiero hacer los experimentos con gaseosa. Creo que en España hay gravísimos problemas sociales y económicos como para que estemos entretenidos con el asunto de la monarquía o la república.

Respeto a que en la práctica tampoco soy comunista, el argumento es breve y claro. La forma de producción que ha fracasado en todos los lugares en las que se ha instaurado es, precisamente, el comunismo. El capitalismo es el que, lamentablemente, funciona, aunque haya que corregir las terribles desigualdades que genera, pero este es otro tema.


Buenas tardes.

martes, 18 de mayo de 2010

República





Yo soy republicano teórico. Quiero decir que, puesto a pensar sin tener en cuenta las circunstancias reales en las que nos encontramos, es decir, abstrayéndome, como si uno viviera en un mundo ideal, yo sería defensor ferviente del sistema republicano. Pero si me pongo a pensar considerando lo que realmente ocurre en nuestro país, entonces no puedo serlo. Tal como están las cosas entre nosotros, creo que hace falta aún una autoridad superior, al margen de la racionalidad y de los deseos de los ciudadanos, que sea capaz de resolver desde arriba los problemas graves que se puedan originar en esta sociedad. La mentalidad religiosa, mítica o superracional es todavía muy común en España. Aún mucha gente le hace más caso a una voz superior que grite que a la propia razón. En mi opinión no hay un desarrollo democrático suficiente en nuestro país, porque hay todavía muchos comportamientos antidemocráticos que pasan ante demasiada gente como normales. Y eso me parece peligroso. Y si esto no te convence, imagina que hubiera ahora elecciones a presidente de la república. Piensa en posibles candidatos, observa lo que dicen y lo que hacen, y figúrate que salieran elegidos. ¿Crees que sería mejor eso que la situación actual?