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jueves, 11 de junio de 2020

Los jueves, músicas nuevas. Kraftwerk



Ha muerto el alemán Florian Schneider, víctima del cáncer. Fue líder de KRAFTWERK, los patronos de la revolución tecno. Durante décadas fueron un referente en un nuevo pop que ellos inventaron. Sus actuaciones en directo eran espectaculares (Florian siempre es el último de la derecha). Hasta Bowie le dedicó una canción, "V2-Schneider".

miércoles, 13 de mayo de 2020

Florian Schneider

Incluyo aquí la reseña que el gran músico Luis Delgado hace sobre el fallecimiento de Florian Schneider.

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Hace ya unos días falleció Florian Schneider, miembro fundador, junto a Ralph Hütter, de Kraftwerk.

Es sorprendente como una generación que había crecido con los efluvios de la cultura hippie, llenos de instrumentos acústicos, convivió y disfrutó de la propuesta musical y filosófica que Kraftwerk cultivó. Lejos de los ambientes lisérgicos de otras bandas electrónicas, como Tangerine Dream, Kraftwerk nos ponían en el plato del tocadiscos una tímbrica fría, simple y desnuda, que nada tenía que ver con las corrientes del momento, y que quizás por ello nos resultaban absolutamente cautivadoras. Mientras que Clapton sacaba su "461 Ocean Boulevard" y Bowie nos ponía los pelos de punta con su inquietante "Diamond Dogs", Kraftwerk se entregaba a los vocoders ásperos, a las frecuencias desnudas, a la carencia total de reverberación en las mezclas y a un ácido sentido del humor que los convirtió en el grupo indispensable e incombustible que es hoy.


Decía Florian, en una de las poquísimas entrevistas que concedió, que no entendía el fenómeno de los fans y de los ídolos musicales. Que un músico no se diferenciaba demasiado de un científico o de un arquitecto en su trabajo de creación, y que a nadie se le ocurría poner una foto en su cuarto del ingeniero que había creado su lavadora o su maquinilla de afeitar. ¿Por qué el de un músico?


Siempre jugó con su imagen robotizada de forma que en los conciertos había momentos en que era difícil saber si eran los músicos o los androides los que estaban en escena.
Por eso, probablemente Florian no estaría sorprendido del poco eco que su fallecimiento ha tenido en nuestra sociedad, que desafortunadamente vive ahora asomada al abismo del coronavirus. Vaya desde aquí un discreto y sentido homenaje a alguien que nos sugirió que las máquinas quizás también tengan sentimientos. Porque ¿quien no se ha visto cautivado y emocionado por la melodía del "We are the Robots" o del "Telephone Call"?. Gracias Florian, fuiste una persona muy importante en la música de la segunda mitad del siglo XX, y lo seguirás siendo en la primera del XXI, y aunque nunca tuve una foto tuya en mi cuarto, si tuve una de tu androide.