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sábado, 27 de mayo de 2017

Lo que yo buscaría en la Feria del Libro de Madrid. Beatricia


BEATRICIA o la búsqueda del sentido de la vida

Vivir es siempre, en cualquier lugar y a cualquier edad, seguir aprendiendo a vivir. No es fácil en nuestro mundo llegar a hacer real esta idea. Primero, porque en sí misma esta tarea es compleja y arriesgada. Y, segundo, porque nuestro estilo de vida no favorece que nos paremos, siquiera un poco, a reflexionar sobre aquello en lo que pueda consistir vivir y sobre la manera idónea para convertirnos en lo que realmente somos, a saber, seres humanos en busca de su humanidad concreta. Si nos lo planteamos honestamente, me parece que estos son los dos asuntos fundamentales con los que cualquiera de nosotros debe enfrentarse para intentar encontrarles una solución vitalmente satisfactoria.

De ambos habla, con una sorprendente sencillez y con una emocionante sabiduría, Beatricia, la novela escrita por Mariaje López y publicada por MAR Editor. El libro es una trasposición al campo de la literatura de lo expuesto por Arancha Merino, experta en Ingeniería Emocional, en su libro Haz que cada mañana salga el Sol. Para ambas el ser humano no puede ser considerado como un ser simplemente racional, porque hoy no se concibe la razón humana como una razón pura, desligada de nuestro funcionamiento real en la vida. Por el contrario, nuestra racionalidad es un complejo entramado de conceptos, juicios y argumentos lógicos, junto con emociones y sentimientos, de tal manera que éstas no pueden funcionar en la vida sin aquéllos y viceversa.

Beatricia se centra, sobre todo, en el mundo de las emociones y sigue las pautas de la mejor novela fantástica. En el libro se explica, desde una perspectiva vital práctica, en qué consisten cada una de las seis emociones básicas, es decir, el miedo, la tristeza, la rabia, el orgullo, el amor y la alegría, así como cuáles son sus funciones en una vida humana que aspire a ser buena.

Es muy posible que el lector se vea pronto sorprendido por la caracterización positiva que se hace de las emociones, cosa que nuestra cultura y nuestra educación no han sabido, en general, transmitir convenientemente. Y, sin embargo, es de una utilidad vital grande comprender, por ejemplo, que el miedo no es tanto un freno que nos impide vivir, sino lo que nos defiende de eventuales amenazas ofreciéndonos seguridad. O que el orgullo es el que nos permite reconocernos tal como somos y el que facilita que tomemos nuestro propio camino. O que la tristeza nos sirve de una grandísima ayuda a la hora de aceptar lo inevitable.

Ciertamente, Beatricia es una novela del género fantástico, pero la autora ha sabido dotar a la fantasía con unas características tan cercanas a la vida del ser humano que hasta los personajes más extraños nos resultan cercanos, pudiendo hablarnos como si fueran como nosotros, sin dejar de ser ellos mismos. Y es que Beatricia es un libro que huele desde el principio a ternura, a amor al ser humano, al mundo y a la vida, y también a la limpieza de las actitudes y de las intenciones y a la búsqueda de todo lo valioso que hay más allá de lo que vemos y de lo que creemos ser.

Por otra parte, Beatricia es un libro, a la vez, terapéutico y preventivo. En efecto, un conocimiento bien fundamentado de nuestra propia realidad personal puede ayudarnos a superar, en algún momento, situaciones desagradables o peligrosas. Y no hay nada más útil ni necesario para nuestra propia existencia que aquello que nos hace ver que el gran camino, el único que tenemos que recorrer, es el que nos lleva a buscar el sentido de la vida, a descubrir una forma satisfactoria y humana de vivir que sea válida y apetecible para todos.

Mariaje López ha sabido usar en esta novela una prosa, en el fondo, poética, dotada de una muy bella musicalidad, que hace sumamente placentera su lectura, especialmente si se hace en voz alta y saboreando cada una de las sílabas. Con ella nos descubre algunos de los secretos de la mente humana, esos que aparecen ante una mirada atenta como agazapados detrás de las apariencias, y nos hace ver la importancia trascendental de la voluntad, de las emociones y del amor si queremos seguir cada día aprendiendo a vivir.


Te lo envían a casa desde esta dirección:  
http://www.edicionesirreverenteslibreria.com/epages/ea9759.sf/es_ES/?ObjectID=93499076 




viernes, 4 de noviembre de 2016

Fantástica presentación de una fantástica novela fantástica














Es posible que fuera expectación o, quizá, una sana ansiedad por conocer el contenido de Beatricia, una obra de la que Mariaje López, su autora, había adelantado unos prometedores retazos en las redes sociales. El caso es que, media hora antes de que empezara el acto de presentación de la novela, la autora ya estaba firmando ejemplares en la sala polivalente de la Biblioteca Eugenio Trías, de Madrid, que terminó absolutamente llena de asistentes. En todos ellos se detectaba una especie de tenso deseo de ver y oír lo que ocurriría en un acto que tenía visos de resultar muy sugestivo.

Miguel Ángel de Rus, el editor, situó pronto el libro en el terreno de las emociones. Arancha Merino explicó luego la función fundamental que éstas juegan en la vida del ser humano y la importancia de gestionarlas bien, si es que queremos encontrar respuestas satisfactorias a asuntos tan relevantes como la búsqueda de un sentido para la vida, la superación del vacío existencial en el que a veces nos encontramos o la liberación de una vida ingrata a la que puede que nos sintamos condenados. Se trata de aprender a buscar las reacciones ante estas adversidades vitales, lo cual exige un grado suficiente de autoconocimiento. De esta manera se podrá conseguir una vida en la que estén presentes dosis suficientes de satisfacción personal y de ganas de vivir.

En este marco es en el que se sitúa Beatricia. Me parece que su planteamiento y sus consecuencias son no sólo útiles para cualquier ciudadano de nuestro mundo, sino que responden a una consideración actual de lo humano. Lejos queda ya la visión aristotélica del ser humano como un animal fundamentalmente racional. Por muy amplia que fuera su visión de la racionalidad humana, los sentimientos, las emociones y las pasiones quedaban fuera de ella. Quizá fuera el filósofo español Xavier Zubiri el primero que intentó dar una visión unitaria del hombre con su teoría de la inteligencia sentiente. Hoy se entiende al ser humano como el poseedor de una mente en la que el pensamiento racional y las emociones interactúan entre sí y dan lugar a nuestros actos mentales y, también, a nuestra conducta.

La segunda parte de la presentación estuvo a cargo de la actriz Cristina Benavent, que escenificó magníficamente el Prefacio del libro, dedicado a David Bowie, acompañada por el también actor y músico Yeyo Bayeyo, quien a lo largo del acto acompañó a los asistentes con la música de su piano.

El libro de Mariaje López habla de nuestras emociones desde la experiencia vital de una chica adolescente, Liena, su protagonista, que se enfrenta a su insatisfactorio mundo en busca de su libertad. Beatricia es una ciudad. Su nombre significa “la que proporciona alegría”. Beatricia, sin embargo no es una meta, sino la consumación de una etapa que permita luego volver al mundo anterior con una visión nueva.

La novela está impregnada de imaginación, de fantasía y de creatividad, cualidades que su autora domina a la perfección, pero la fantasía que se muestra en la obra no nos sitúa en ningún mundo ajeno a nuestra experiencia vital, sino que está anclada en la realidad más cotidiana. Como la propia Mariaje López reconocía en la presentación, se trata de una realidad vestida de fantasía. El libro es un ejemplo de una actitud mental de la autora que considero muy recomendable para cualquier persona que viva en el mundo de hoy: la de intentar comprender a los otros. Esa noble tarea tiene que empezar por intentar comprenderse a uno mismo como ser humano, tarea difícil y, probablemente, inacabable. Pero si uno quiere crecer como ser humano y desarrollar sus múltiples capacidades humanas, tiene que acudir al conocimiento de uno mismo y de los otros, a la comprensión de su realidad personal, social y vital, para así comprender la de los demás. Una de las formas más útiles de lograrlo es la de la escritura, porque en el silencio del papel en blanco y en la actividad mental que supone escribir en él algo válido, aparece con más fuerza, con mayor intensidad, lo que significa la vida, no la de uno ni la de otro, sino la vida. Sólo se ama lo que se conoce. Sólo se comprende lo que se conoce. Por eso es tan vitalmente importante el conocer. Beatricia nos ayuda a ello.


El libro, de contenido tan interesante y tan útil como he intentado exponer, está escrito con una pulcritud y una claridad dignas de ser resaltadas. Si lo tienes entre tus manos, te sugiero que leas, al menos algunos trozos, en voz alta. Léeselo así a alguien a quien quieras y pide también que te lo lean a ti, pero hacedlo despacio, dejándoos llevar por el lenguaje, como saboreando las sílabas y las palabras. Así se podrá gozar mejor de la musicalidad del lenguaje que usa Mariaje López. A mí me recuerda en esto un poco a los modernistas de principios del siglo XX y, sobre todo, a Valle-Inclán. La belleza que surge del arte de la autora para marcar un ritmo feliz con los acentos o con la distribución acompasada de letras tan sonoras como las erres o las eses no hay que dejarla pasar por alto. Posiblemente Beatricia sea un libro que genere paz en le lector, pero no sólo por su contenido, sino también por su mera lectura. Un lujo, hoy.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Hoy, día 2, se presenta Beatricia, de Mariaje López




Hoy, día 2 de noviembre, hay una cita ineludible, porque lo que se va a producir merece, din duda, la asistencia de cualquiera a quien le gusten las buenas letras. 

A las 19:15,  en la Biblioteca Eugenio Trías, en el Retiro, Madrid, se presenta una obra escrita con sensibilidad, con delicadeza y con un arte expresivo difícil de encontrar. Se trata de Beatricia, novela de Mariaje López.

Va a estar acompañada por la experta en Ingeniería Emocional, Arancha Merino, por el actor, músico y cantante, Yeyo Bayeyo, por la actriz Cristina Benavent y por escritor y editor Miguel Ángel de Rus.

Yo no voy a faltar a la cita y tú tampoco deberías hacerlo.



martes, 25 de octubre de 2016

Beatricia, de Mariaje López. Presentación

Mariaje López presentará su libro BEATRICIA en la Biblioteca Eugenio Trías, de Madrid, el día 2 de noviembre, a las 10:15.

Estará acompañada por el escritor Miguel Ángel de Rus, la presentadora de TV Pilar García Muñiz, la psicóloga Arancha Merino, el músico Yeyo Beyeyo y la actriz Cristina Benavent.

Sin duda, el acto promete ser muy interesante.

He aquí una muestra del libro.