lunes, 29 de mayo de 2017

Paseo por la Feria del Libro de Madrid




Aunque a una hora un poco tardía, nos fuimos el domingo a la Feria del Libro. La Feria es una fiesta, en principio, para los ojos, porque se trata de ver las novedades de las editoriales, ver los libros que pueden interesar, ver a los autores y ver un ambiente agradable, de gente preocupada por la cultura y por la literatura en sus diferentes ramas. Había nubes amenazantes en el cielo, pero no hacía demasiado calor. Todo ayudaba a que la tarde fuera una buena tarde.

Nada más llegar vimos a Juan Cruz, que firmaba su Un golpe de vida, editado por Alfaguara, un libro que habla del periodismo, de la historia de un hombre que se hizo hombre y huyó del cinismo, como nos puso en la dedicatoria. Hablamos con él del tiempo, pero no del clima, sino de lo que significa el tiempo en la vida, del protagonismo que tiene el tiempo en nuestra existencia, de que somos el tiempo que nos queda por vivir, como nos dijo que había escrito Caballero Bonald, o de que en el fondo de nosotros lo que somos es tiempo, que humildemente le dije yo. Nos recomendó la lectura de Las pequeñas virtudes, un librito de Natalia Ginzburg, editado por Acantilado, que reúne una serie de pequeños ensayos sobre la amistad, el silencio y las relaciones humanas. Lo encontramos y lo compramos.

Más tarde fuimos a ver a Mariví García Gallego, que firmaba su Mujer y niña, un poemario lleno de vivencias, de amor y de esperanza. Está preciosamente editado por Cuadernos del Laberinto. Allí encontramos también a Rosa de Mena, escritora y librera en Daganzo. Un placer enorme encontrarnos con estas dos escritoras y amigas.

Seguimos recorriendo casetas y nos hicimos con el libro de Ian Gibson, Aventuras ibéricas, publicado por Ediciones B. Es un gran conversador y una persona optimista, lo que me deja algo perplejo, pero es necesario que haya personas como él, que saben ver el influjo positivo que Europa ha causado en los jóvenes españoles y que confían en el futuro.

Al final vimos a Nieves Concostrina, que nos firmó su Menudas historias de la historia, editado por La esfera de los libros, que va ya por su 14ª edición. Es una recopilación de los episodios que cuenta con tanta gracia en la radio.


Nos quedamos sin ver algunos títulos que teníamos en mente, pero el cielo seguía amenazando lluvia, aunque no llegó a cumplir su aviso. Cargados y con un pelín de fresquito nos volvimos. Creo que una de las cosas estupendas que se pueden hacer en Madrid hasta el 11 de junio es darse una vuelta con tranquilidad y con curiosidad por la Feria del Libro.

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