viernes, 8 de enero de 2016

Los viernes, etimologías. Palabras de origen sánscrito I



¿Pero hay en español palabras de origen sánscrito? Pues bastantes, por lo que se ve.

Esa lengua que estudiaba Melquiades en "Cien años de soledad" y que todos hemos podido oír cantar en el famoso "Duel of the fates" de Star Wars, es una lengua lejana, de allá de la India, y además antigua. Pero sigue siendo la lengua de la liturgia en el hinduismo y el budismo. Como el latín en la Europa medieval (o después; que Newton aún escribió su obra en latín) ya no es una lengua hablada, aunque se estudia en las escuelas y hay miles de indios que la hablan como segunda lengua.

El proverbio Dios dio dientes, Dios dará pan, en latín Deus dedit dentes, Deus dabit panem, es en sánscrito Devas adadat datás, Devas dat dhanas.

El sánscrito, con el latín y el griego, es pilar de la teoría indoeuropea, pieza clave para determinar la comparación entre las lenguas de esta familia. Se supone que hacia el II o el I milenio a.C. oleadas de nómadas indoeuropeizaron el Norte de la India, pero no el Sur, que nunca ha sido indoeuropeizado y que, como Euskadi entre nosotros, ha mantenido el sustrato anterior a esa oleada migratoria. Igual que el latín en Europa, el sánscrito evolucionó a las distintas lenguas indias indoeuropeas actuales, a la vez que se estudia hoy día como lengua religiosa y de cultura. Indoeuropea es, por ejemplo, el hindi, la cuarta lengua más hablada del mundo, por detrás de chino, español e inglés.

En la época moderna Portugal, Inglaterra y otros europeos establecieron contacto con la India (no olvidemos los 60 años de unificación hispanoportuguesa, cuando ciertos territorios indios eran gobernados desde Madrid, de Felipe II a Felipe IV). Pero el contacto más rico es el que siempre mantuvieron los árabes en rutas comerciales que nunca cesaron. Así que estos contactos, los antiguos, a través de los árabes, y los modernos, son los que han aportado vocabulario que ha entrado en nuestra lengua.

Modernas son muchas palabras sánscritas de uso más o menos corriente hoy día, como karma (acción), yoga (unión, emparentada con nuestro yugo), asana, chakra, avatar, mantra (canto, de men, pensar, como nuestro mente, y tra, instrumento), sitar, rajá (equivalente al latín rex, rey) y maharajá, nirvana, gurú (maestro), brahmán, brahmanismo, budismo, cingalés, lama, tantra, esvástica, mandala, ario, Buda (el que percibe), Kamasutra, o el propio nombre de la lengua, sánscrito (que significa perfeccionado).

Pero más interesantes son muchas palabras tradicionales que entraron en nuestra lengua, muchas de ellas, del sánscrito a la lengua persa, de esta al árabe, y del árabe al español. Están ligadas a las rutas comerciales y a los contactos culturales. Azúcar, naranja, mandarina, lima y limón, cande, alcanfor (esta quizás de un primer origen malayo), jengibre, anaconda, gibón, chacal, mangosta, añil y su derivado anilina, ópalo, lila, nenúfar, nardo, sándalo y sandalia...

Son tantas, y algunas tan curiosas, que merecen cierta atención en las próximas entregas.


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