domingo, 16 de diciembre de 2012

Esperanza


La adversidad me abruma. La falta de racionalidad me apena. La ausencia de eco me vuelve sordo. La caída de la hoja me seca. El otoño te hunde cuando sabes que es la antesala del invierno. Y, sin embargo, siempre queda la esperanza de que estés ahí con una sonrisa, con una mirada, con una palabra, con un 'no importa', con un 'mañana será distinto'. Debes estar ahí así. Este es tu papel y debe serlo siempre. Alerta y vigilando lo que nos pueda pasar. Siempre en disposición de echar una mano, de preocuparte por los que quieres, de usar el corazón y la mente para hacer una caricia. Hoy habrás hecho algo agradable. Y si no, la vida habrá sido agradable contigo. Recuérdalo, revívelo, manténlo en la memoria. Y forma una nube de besos que lleguen a todas las personas a las que quieres. Ojalá tengas para mañana planes positivos, creativos, cariñosos, generosos, constructivos. Es lo mejor que nos puede venir a todos y a ti. Buenas noches.

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