sábado, 30 de julio de 2011

Así es el PP / 3


El PP cierra la radiotelevisión de Mallorca por "interés público".

El Gobierno popular sentencia M, la televisión que investigó la memoria histórica y los casos de corrupción.- El motivo aducido, además de la crisis económica, es la duplicidad de las emisiones con las de la televisión autonómica balear, IB3.

Más información, aquí,


Trailer de La diferencia

Trailer de la película dirigida por David Francisco sobre la vida del poeta Ángel Guinda, Premio de las Letras Aragonesas 2010.

Lisa Gerrard

viernes, 29 de julio de 2011

Letras que hago mías: Optimistas a la fuerza, pase lo que pase



El pensamiento positivo impone que la crisis es una oportunidad y no una desgracia - Esta seudoideología arrasa en EE UU y defiende que no falla el sistema, sino la actitud de cada uno

RAMÓN MUÑOZ
EL PAÍS  -  Sociedad - 17-07-2011

"Ya, ya, sabemos que está en paro, pero con esa actitud negativa no se llega a ninguna parte. Sonría, sonría". "Sí, sí, puede que tenga cáncer pero no interiorice lo que le está pasando como una desgracia sino como un desafío". No, no es un diálogo inventado. Estas frases se han convertido en un lugar común y resumen la corriente de pensamiento de que la desgracia en sus variadas formas no es, en realidad, un infortunio sino un reto, y que acabar en las filas del desempleo o contraer una enfermedad grave, por ejemplo, es una oportunidad de cambiar de vida, de superación personal.

La llegada de la crisis más dura desde la Gran Depresión de 1929 ha acentuado esta teoría conocida en Estados Unidos como pensamiento positivo. Esta pseudoideología casi infantil es suscrita al alimón por economistas, políticos, psicólogos, médicos y estrellas de la televisión. Según la misma, las víctimas de la crisis no solo tienen que sufrir en silencio su desgracia sino que casi se ven obligadas a estar contentas, como ha denunciado la escritora estadounidense Barbara Ehrenreich en su libro Sonríe o muere (Editorial Turner, 2011), que ha resultado todo un alarido contra "la trampa del pensamiento positivo".

La autora ejemplifica este pensamiento en el acoso psicológico que sufren los parados en los seminarios de motivación y cursos de recolocación, tan de moda ahora, sobre todo tras los ajustes en las grandes empresas. "Había gente a la que habían echado del trabajo y que se dirigía cuesta abajo y sin frenos hacia la pobreza, a la que se decía que debía ver su situación como una oportunidad digna de ser bienvenida. También en este caso el resultado que nos prometían era una especie de cura; la persona que pensaba en positivo no solo se sentiría mejor mientras buscaba trabajo, sino que para ella ese trámite acabaría antes y más felizmente". (...)

El positivismo como ideología también prende en España. En el ámbito político, el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha hecho del optimismo la misma razón de su Gobierno. Desde su famosa negación de la crisis ("No estamos en crisis. Solo tenemos alguna dificultad que nos viene de fuera" (7 de febrero de 2008), a sus reiteradas acusaciones de "antipatriotas" a los que alertaban sobre ella o aquella categórica advertencia cuando el paro comenzó a desbocarse: "El pesimismo no crea ningún puesto de trabajo" (1 de junio de 2008). Su optimismo tampoco parece que haya servido de mucho. Desde que pronunciara esa frase, el número de parados se ha incrementado en dos millones y medio.

Curiosamente, el PP también bebe de la misma ideología. Su receta para remontar la crisis es conjurar la palabra mágica, "confianza", sin más concreciones. (…)

Uno de los argumentos falaces que emplean los positivistas es dividir el mundo entre los que piensan en positivo como ellos y los pesimistas depresivos. Y está claro que, puestos a elegir, es preferible vivir en una nube que sumergido en una ciénaga melancólica. En esta división interesada se olvida que hay otra categoría de seres humanos que han contribuido mucho más que cualquier otra al progreso: los realistas.

Afrontar los problemas desde el realismo, aunque eso implique un pesimismo inicial, hubiera, por ejemplo, suavizado las consecuencias de la crisis financiera internacional. Como relata de forma magistral el documental Inside job, cualquiera que se atrevía a alertar sobre la enorme burbuja que se estaba cociendo en torno a los productos financieros tóxicos, basados en hipotecas impagables, era automáticamente ridiculizado o condenado al ostracismo. Los signos de que toda esa riqueza se estaba construyendo sobre una enorme montaña de deuda sin ningún sostén eran cada vez más evidentes y las voces que lo denunciaban también. (…)

Nils Petter Molvaer

jueves, 28 de julio de 2011

MI callejón




Hay un callejón estrecho. Sus paredes tienen a ambos lados un buen número de cierros. Son como balcones cerrados por una verja de hierro y por cristales que aíslan el espacio hasta el dintel de la puerta. Tras los cristales, unas cortinas preservan el interior de la casa de las miradas externas y permiten al que vive en ella mirar a su capricho al que pasa por allí.

Cada día, a la misma hora, me desnudaba de todo lo que no soy, pero que era mío, y me salía a pasear por el callejón. Iba despacio, muy despacio. Unas veces con carteles de letras, otras con músicas en la maleta y otras con fotos que exponía en una pancarta sobre mí.

No solía haber nadie en el callejón, pero yo sentía las miradas detrás de las cortinas. Los ojos desde las casas no me miraban a mí, sino a lo que llevaba, como cuando se ve la televisión, que no se ve la televisión, sino lo que aparece en ella. Yo era como un fantasma desnudo que echaba carnaza en el callejón para que los ojos de los cierros completaran su rutina.

Un día me paré en mitad del callejón. Dejé el cartel en el suelo, levanté los brazos y grité: 
¡¿para qué?! 
Los hilitos entre las cortinas que permitían al ojo ver lo de fuera se cerraron de golpe ante la inesperada novedad. Nadie contestó. El silencio se hizo espeso, aunque la frecuencia de los latidos se hizo notoria en el callejón. Yo tomé mi cartel y seguí mi camino, pero al día siguiente me planteé la conveniencia de ir o no ir a pasear por el callejón. Decidí volver. Tomé mi cartel, mi maleta y mi pancarta, pero si me hubiesen visto el rostro, se habrían dado cuenta de que yo no era el mismo.

Brazilian Guitar Fuzz bananas

miércoles, 27 de julio de 2011

Letras que hago mías. Cuando conciliar no es una opción


Fotografía tomada de El País 12/7/2011

La mitad de las madres madrileñas ha tenido que dejar de trabajar para cuidar de sus hijos, una interrupción en la carrera profesional que a veces se paga cara

ELSA GARCÍA DE BLAS / MARÍA HERVÁS  -  Madrid 
EL PAÍS - 12-07-2011

Beatriz Rubio está más animada estos días. Espera una llamada, o tal vez dos (si hay suerte): la respuesta a las entrevistas que hizo la semana pasada. Por primera vez desde hace casi tres años, cuando nacieron los mellizos Laura y Jaime, puede que por fin consiga un trabajo.

Esta ingeniera forestal de 35 años ha sido ama de casa a tiempo completo los últimos tres, y no precisamente porque haya querido que así fuera ("me han sobrado los últimos 10 meses", admite). Cuenta que la despidieron de un puesto bien pagado cuando anunció que se casaba, y desde entonces no ha podido reengancharse al mundo laboral. Lo ha pasado mal. "Yo no valgo para esto, es un círculo vicioso en el que dejas de ser una persona interesante", reconoce mientras Laura y Jaime corretean por el salón de su casa, en el barrio de Usera. Jaime juega con una armónica, pero se resiste a hacerla sonar- "aunque sabe, lo que pasa es que lo hace cuando quiere"-.

Al principio prefirió cuidar de los niños, pero cuando quiso buscar empleo le denegaron la plaza en la guardería pública, porque tuvieron en cuenta su última renta, cuando todavía trabajaba. Con los mellizos en casa no había forma de dedicarse a enviar currículums. "Con el trajín que tienen, para que pueda abrir el ordenador..." No miente: Laura y Jaime no paran.

Aunque haya disfrutado de sus hijos ("Y mucho, destácalo, ¿eh?"), Beatriz no eligió ser ama de casa. Al menos no durante tanto tiempo. No es la única. La mitad de las madres madrileñas (el 52%) han tenido que dejar de trabajar en algún momento para cuidar de sus hijos, según una encuesta de Sigma Dos para la marca de artículos infantiles Chicco. Y Madrid es la comunidad autónoma donde más ocurre. ¿Motivos de este fenómeno? Uno es obvio: las guarderías, tanto públicas como privadas, son de las más caras de España (aunque la comunidad tiene también el segundo mayor PIB per cápita, solo después del País Vasco) El estudio apunta como otro factor que muchas mujeres no cuentan con ayudas familiares.

Una guardería pública cuesta en Madrid 179 euros al mes de media, según los datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), correspondientes a 2010. Es el segundo precio más caro, solo por detrás del de las guarderías catalanas. En el caso de las privadas, los padres madrileños son los que más pagan de todo el país: 380 euros de media mensuales abona una familia por cada hijo. En los últimos tres años, además, la tarifa de las públicas se ha disparado. Solo este curso, la tarifa mensual ha subido un 8,5%. (...)

A muchas familias-en la región hay dos millones de hogares- les sale más rentable que uno de los dos se quede en casa que pagar a alguien que cuide de los niños. No es algo exclusivo de Madrid, seis de cada diez personas (59,5%) que decidieron el año pasado trabajar a tiempo parcial o dejar de hacerlo para cuidar a sus hijos lo hicieron porque los servicios de atención son "muy caros", según revela la última Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística.

Los servicios, aunque públicos, son caros; pero eso para quienes consiguen plaza, porque el Gobierno regional admite que la escolarización entre 0 y 3 años- que en toda España no es universal y gratuita, - alcanza solo el 50% de la demanda potencial máxima. Sindicatos y profesionales del sector calculan que unas 30.000 familias se quedan sin plaza en Madrid cada año.

Puedes ver el artículo completo aquí.

Nick Cave, Charlie HAden and Toots Thielemans

martes, 26 de julio de 2011

Letras que hago mías. Mi primera vez: Ingles sudorosas.

Todos hemos tenido una primera vez. Y si no la has tenido todavía, la tendrás. Seguro. La primera vez constituye una vivencia peculiar, excitante, iniciática. Tu mundo cobra una dimensión nueva, la vida se abre con más  fuerza ante tus ojos, tu corazón late a una velocidad nueva y una sonrisa profunda y tranquila se instala en tu boca. Es posible que no olvides en mucho tiempo tu primera vez. Maruja Torres la recuerda en este artículo de El País y la cuenta con su reconocida maestría.


Dibujo de Eva Vázquez, publicado en El País.


Mi primera vez
Maruja Torres 


EL PAÍS - 18-07-2011

Caminé por el pasillo. Cuando llegué al cuarto de baño de las chicas escuché sus voces aturulladas. Estaba segura de que a ellas les había ocurrido antes, por eso parecían tan tranquilas, incluso indiferentes. Charlando de sus trivialidades, como si nada.

Aspiré hondo, empujé la puerta y entré, toqueteándome la tripa. Cosa de disimular. Quería quedarme un buen rato encerrada en el WC, haciéndolo. "No me encuentro bien", expliqué, para redondear la coartada. Necesitaba que se marcharan, necesitaba quedarme sola. A solas conmigo.

"¿Has tomado Sal de Eva?". "Una ginebra con menta te aliviará". Callé. ¿Qué sabían aquellas estúpidas, aquellas tontas que venían haciéndolo con regularidad, que ni siquiera le daban importancia a lo que hacían? A mí me temblaban las piernas. Enferma, sí. Pero de emoción. Me dolían los pechos, mis pezones se disparaban contra la blusa de nylon barato, y el sudor manaba de mis ingles como si, verdaderamente, tuviera ese día la visita del mes, y fuera otro líquido lo que fluía.

Pero no, esta era una ocasión gozosa. Esta era la transpiración feliz que mi cuerpo entero enviaba al exterior. Allí, encerrada, sentada en la tapa del inodoro, emitiendo falsos gemidos, aguardé. Astuta, cautelosa. Y con las ingles empapadas. Para entretenerme, imaginé lo que iba a suceder después. ¿Se me notaría físicamente el cambio? ¿Alguien más que yo se percataría de que a partir de entonces iba a empezar a convertirme en una mujer independiente, una mujer que agarraría a cachitos su libertad hasta convertirla en una cerca, en una muralla, en una barricada de la que nadie podría arrancarme?

Poco a poco se marcharon las otras. Les escuché hacer planes, echar risas, criticar a las ausentes. Se habían olvidado de mí. Mejor. Ya en silencio -podía sentir que me había quedado sola en la planta- calculé el tiempo que me quedaba para hacerlo. Por entonces aún no tenía reloj de pulsera y me había acostumbrado a leer el paso del tiempo en los sonidos que escuchaba. No, no me iba a quedar encerrada en el edificio, haciéndolo. Entre otras razones, porque algo así sólo se hace una vez por primera vez.

Relajé mi cuerpo. Abrí las piernas, las extendí -chop, chop, musitaron mis ingles al despegarse-, puse los pies mirando al techo -recuerdo que los zapatos eran de suela dura, baratos- y con delicadeza tanteé la abertura.

No, no iba a comportarme con prisas. Levanté la cabeza y la luz del fluorescente -un único tubo para un aseo de seis servicios-, que me llegaba amortiguada, me pareció única, sensual.

Ensalivé con delectación mi dedo índice y lo pasé por la abertura, que simplemente se ablandó un poco, pero no cedió. Me metí el dedo medio en la boca y lo empapé. De nuevo froté el punto objeto de mis deseos. Se ablandó más, pero tampoco se abrió.

De pronto me puse frenética y utilicé todos los dedos de las dos manos.

Rasgué el sobre. Mi primera paga. Allí estaba. 535 pesetas, 1957.



Brad Mehldau

lunes, 25 de julio de 2011

Como una droga



Hay una clase de listos que dicen tonterías para que los oyentes, a los que cree tontos, les hagan caso y acepten sus consignas. Previamente han entontecido a cuantos más, mejor, acostumbrándolos a la mentira, privándolos de una educación crítica, sembrándoles el odio en lugar de la igualdad, acostumbrándolos a asumir las discriminaciones a las que son sometidos sin que se den cuenta y construyendo así, poco a poco, una clientela de tontos fieles, sumisos, inconscientes y dispuestos a todo con tal de que el listo les salve lo que les queda de vida infeliz. Sólo queda la posibilidad improbable de que el tonto tome conciencia de que el supuesto listo en realidad es un golfo que le está engañando desde que apareció en su vida. Pero esto es algo tan difícil como dejar la droga.

Django Reinhardt


domingo, 24 de julio de 2011

Así es el PP / 2

La caída de un presidente por el 'caso Gürtel' 




EL PAÍS  -  Madrid
EL PAÍS  -  España - 22-07-2011


Los dirigentes del PP reciben cada mañana un argumentario breve con el asunto central del día, para que puedan responder ante la prensa. El de ayer, centrado en la dimisión de Francisco Camps, va incluso más allá de lo que se atrevieron a trasladar algunos dirigentes en sus intervenciones ante la prensa. De hecho, va tan lejos que falsea algunos datos sobre el proceso por cohecho impropio contra Camps. "La acusación está promovida por el Partido Socialista y la fiscalía del Gobierno socialista", llega a decir. Lo cierto es que la investigación inicial, dirigida por el juez Baltasar Garzón, se inició con una denuncia de un exconcejal del PP y fue impulsada por la Fiscalía Anticorrupción, dirigida por Antonio Salinas, que fue nombrado durante el Gobierno de José María Aznar.

"Tras ser archivado, fue reabierto por orden expresa del Gobierno socialista a la fiscalía", insiste el argumentario. Los populares aseguran que María Teresa Fernández de la Vega ordenó a la fiscalía reabrir el caso. Sin embargo, la fiscalía estaba casi obligada a recurrir después de una enorme polémica por un archivo que contó con un voto particular de un magistrado conservador y fue decidido por un juez, Juan Luis De la Rúa, amigo de Camps. Además, fue el Tribunal Supremo, por unanimidad de cinco jueces, y no la fiscalía, quien decidió reabrir el caso en un durísimo auto contra el tribunal de De la Rúa.





El argumentario remata: el ejercicio de responsabilidad de Francisco Camps deja sin discurso al PSOE. El presidente Camps dimite en un ejercicio de responsabilidad y generosidad. "El PSOE debe explicar ahora por qué Bono, Chaves y Griñán no han dimitido todavía. Rubalcaba tiene que explicar por qué no ha dimitido por traicionar a la policía y a la Guardia Civil con el chivatazo a ETA".



Enya

sábado, 23 de julio de 2011

Amy Winehouse: ya

Letras que hago mías: Gerard Mortier / 5




P. Luego está Internet, que ha revolucionado la industria y ha dinamitado el viejo concepto de autoridad.

R. Como ve [dice señalando la mesa de su despacho], no tengo ordenador. No he estudiado el caso de Internet y no quiero sacar conclusiones sobre algo que no he estudiado. Tengo colaboradores más jóvenes que lo usan y sé que la web es fundamental. La Red es un medio que debemos usar, sin duda. La pregunta es, de nuevo, cómo. ¿La autoridad? A finales del siglo XVIII perdió su autoridad la Iglesia; luego, la fue perdiendo el Estado poco a poco. Por eso, los masones y algunos intelectuales, como Goethe, promovieron la elaboración de una ética individual. Para eso debe servir la educación, para formar esa ética. Actualmente la autoridad es el mercado. Y ese es un problema serio. El que tiene el dinero marca el precio y quiere también marcar el valor.

Pero no soy pesimista. Para mí no es importante que la cultura europea sea la más fuerte sino que sus valores sobrevivan. Pero no soy un profeta, debo vivir hoy luchar contra el consumismo y la frivolidad. No podemos cambiar a la humanidad pero sí influir en algunos lugares, no queramos dominarlo todo. En pequeñas células podemos hacer cosas muy interesantes. Es maravilloso ver la emoción de 15 estudiantes emocionados con una pieza musical o con un poema.

Belle and Sebastian

viernes, 22 de julio de 2011

Letras que hago mías: Gerard Mortier / 4

Por su naturaleza, la ópera es un lugar conservador. Y no está mal mientras no se vuelva reaccionario. ¿Y qué es un reaccionario? Pues un conservador que no tiene curiosidad por lo nuevo. Yo entiendo a la gente que quiere conservar valores. Pero conservar bien es también abrir el interés a cosas nuevas. Si no, los valores se marchitan y mueren. Los conservadores no pueden pensar que la ópera es un espacio exclusivamente suyo. Yo tengo una gran fe en la emoción directa. He visto la reacción de la gente cuando hice Tristan e Isolda con Bill Viola. Hicimos 25 espectáculos. Muchas veces el público es más inteligente que los llamados profesionales de la información y de la crítica. ¿Que de 1.500 personas 30 se marchan del teatro? No está mal. También se salían de las primeras óperas de Mozart.

Ornette Coleman

jueves, 21 de julio de 2011

Letras que hago mías: Gerard Mortier / 3




La ópera es un momento de la historia de la música muy conectada con una época. De hecho, es muy posible que no creemos nuevas óperas en 100 años. ¿Es grave? No. La tragedia griega clásica duró unos pocos años. Hoy representamos tragedias griegas pero no las escribimos. Ya no tenemos el paisaje social y político para escribirlas. George Steiner ha escrito un libro magnífico sobre por qué. La ópera es una forma de arte burgués, no aristocrático. La ópera Garnier es el Versalles de la burguesía. Hay formas de arte -la música, la poesía, la arquitectura- que siempre han existido y siempre van a existir. Otras no. Milan Kundera ha escrito mucho sobre la evolución de la novela, por ejemplo. También la poesía épica ha desaparecido. En la ópera hay dos direcciones: una es el divertimento y el virtuosismo, pero eso ya está, y muy bien, en espectáculos como los del Circo del Sol. La otra dirección consiste en revalorizar las emociones a través del canto en un tiempo en el que la emoción se confunde con el sentimentalismo.

Fon Román

miércoles, 20 de julio de 2011

Letras que hago mías: Gerard Mortier / 2




La verdadera democracia no es que todos vean y oigan lo mismo, sino que todos tengan la ocasión de hacerlo. Que el que quiera leer un libro de poemas pueda acceder a él. Que tenga la ocasión de hacerlo y la formación suficiente para apreciarlo. Por eso más que de cultura se trata de educación. Ahí es donde se crea la curiosidad por el arte y donde se deben dar las herramientas para entenderlo.

TD LIND

martes, 19 de julio de 2011

Letras que hago mías: Gerard Mortier / 1






Gerard Mortier, Director artístico del Teatro Real de Madrid, nació en Gante (Bélgica), en 1943, y, tan preocupado por el presente político de su país como por el futuro cultural de Europa, está a punto de cerrar su primera temporada al frente del coliseo madrileño después de dejar su impronta en las principales estaciones del continente. En 1991 sucedió a Herbert von Karajan como director del Festival de Salzburgo, donde pasó 10 temporadas. Luego vendrían la creación de la citada Trienal del Ruhr y la dirección de la Ópera de París. Parece, pues, la persona adecuada para analizar el estado de la cultura en un tiempo en que esta vive su particular revolución industrial.

En el Suplementto de El País que celebra su 35 aniversario aparece una entrevista en la que dice lo siguiente:

Una obra de arte es algo espiritual, quitándole a la palabra toda connotación religiosa. Desde la Revolución Francesa tenemos mucha más democracia -que ha llegado más tarde para las mujeres-, pero la democracia ha sido sobre todo material. En Occidente, las conquistas sociales han humanizado el trabajo, pero no ha conseguido aún que la gente trabaje en algo que le interese. La democracia no ha llegado al espíritu, se ha quedado en el ámbito materialista. Eso se ve cuando vas a Moscú. No me gustaba nada el sistema comunista, pero la educación ha perdido el peso que tenía. Ahora está orientada al beneficio, a ganar dinero. Solo hay que ver los programas de las escuelas y las universidades. El ejemplo más claro es Estados Unidos. Cuando he dado clases de análisis sociopolítico del teatro me he encontrado con estudiantes de 20 o 22 años que no sabían qué era Fausto. Don Juan sí, pero lo confunden con Casanova.

Javier Ruibal y la Orquesta de Córdoba

sábado, 16 de julio de 2011

viernes, 15 de julio de 2011

Letras que hago mías: La frase




MANUEL VICENT
La frase
El País  03/07/2011

Las elecciones generales se ganan con una sola frase. Como si se tratara del lanzamiento del coche del año o de una nueva pastilla de jabón, en Norteamérica el programa de un partido político se resume en un mensaje corto, rotundo, dirigido al subconsciente colectivo. Cada candidato a la Casa Blanca se presenta amparado bajo su eslogan, que repite durante toda la campaña hasta que acaba por perforar el cerebro del elector. Es la economía, idiota, fue la consigna de Clinton, que movió las manos al escoger su papeleta. El eje del mal, con esas cuatro palabras ganó las elecciones George Bush después del cataclismo de las Torres Gemelas. Yes, we can, repetía Obama en todos los mítines como un mantra. En nuestro país el Partido Socialista llegó al Gobierno en 1982 solo con esta breve expresión: por el cambio. Después de tres mayorías absolutas Felipe fue desbancado finalmente cuando el exabrupto imperativo "¡márchese, señor González!" vertido como una gota malaya fue asimilado por la opinión pública como una necesidad perentoria, pero el mismo día del atentado de Atocha el propio Partido Popular quedó abatido porque Rubalcaba encontró la frase precisa que sintetizó toda aquella tragedia social, moral y política. España no se merece un Gobierno que le mienta. Fue el gancho en la mandíbula que puso a flotar juntos en la lona a Aznar y a Rajoy. Ahora al Partido Popular, sin un programa explícito, le basta con percutir en el yunque con un martillo este binomio siniestro: Zapatero y cinco millones de parados. Elecciones anticipadas. Una cosa lleva a la otra. Toda la diabólica complejidad de la crisis económica ha sido reducida a este elemental principio de causalidad que la opinión pública ha terminado por asimilar. El problema del Partido Socialista consiste en que no parece encontrar una frase atractiva para repescar a sus electores que le han abandonado. Un estadio lleno de gente, considerado como una sola unidad, tiene la psicología de un niño de nueve años. El cerebro del electorado no da para más de dos ideas a la vez. Se trata de encontrar una expresión, incluso un solo vocablo, que exprese toda la desesperación de la izquierda y la obligue a rechazar una vez más esa pastilla de jabón con que Pilatos se lavó las manos. Si me odias, vótame.

miércoles, 13 de julio de 2011

Abrazos



Una amiga ha colgado un precioso post en el blog de mi antiguo (no me habitúo a esto) Instituto. Trata sobre los abrazos. Abrazar es estrechar entre los brazos en señal de cariño, según el DRAE. Físicamente es rodear a la otra persona, a la que se quiere, con los brazos y fundirte con ella en una unidad, de forma que los cuerpos por un instante, permanezcan juntos.

Pero creo que no se trata de atraer hacia ti a la persona abrazada, sino justamente lo contrario. Es más bien ofrecerte tú, hacer que la otra persona se sienta querida por ti, mostrarle tu cariño dándole tu cuerpo como símbolo de que la quieres.

Lamentablemente no estamos acostumbrados a abrazarnos. Algunas personas lo rechazan, quizás por su aspecto corporal, físico, o puede que por algún prejuicio educacional que le impida mostrar o recibir afectos. Pero el abrazo es un símbolo grandísimo de humanidad que debería ser mucho más frecuente de lo que lo es en nuestras vidas.

Muchos abrazos iniciados por mí han recibido una acogida fría, distante e incluso han sido casi rechazados. Cada vez entiendo menos esto. En un abrazo está mi yo. Si no quieres que te abrace, ¿qué puedo pensar de ti?

En el fondo, si no nos abrazamos más, es que nos queremos menos. Y esto sí que no es bueno.

martes, 12 de julio de 2011

Libertades



Es bueno que luches por tu libertad, pero es mejor que luches también por la de los demás. Es más humano.

domingo, 10 de julio de 2011

La dignidad intacta de Leire Pajín


Lo malo de los neoliberales no es que defiendan la libertad por encima de todo, sino que sólo defienden la suya. La vida, por lo que se ve, le ofrece a estos tipos situaciones duras, para las que no están preparados, y como no saben afrontarlas, resultan resentidos, rencorosos y vengativos y pierden la noción del respeto y de los valores humanos. Como todos los ignorantes tradicionalistas, hay muchos entre ellos que son machistas profundos, incapaces de reconocer en la mujer ningún valor que a ellos no les interese. Si la Naturaleza operara un milagro, algo lamentablemente improbable, y le hiciera ver a estos machistas durante un minuto, sólo durante un minuto, la calidad del asco que producen, el ridículo que hacen sin que logren darse cuenta, el mal que generan en las mentes más débiles, el daño al que dan lugar en quienes, haciendo uso de su libertad, no piensan ni actúan como ellos, y lo diáfana que se ve la enfermedad de su mente, si durante sólo un minuto pudieran verse como son , se quedarían aterrados. Porque lo que más temen en sus pobres vidas es reconocerse como son. Por eso se dedican a observar a los demás y a hacer comentarios gruesos que les hagan olvidarse de la poca humanidad que tienen, del poco sentido que tienen sus vidas y del absurdo de vivir siempre mintiendo, siempre haciendo daño, siempre huyendo de sí mismos. Son los monstruos que, como efectos no deseados, genera la libertad.

Leire Pajín no ha perdido su dignidad porque estos trozos de carne sin humanizar hayan escrito estupideces. Son ellos los que la perdieron hace tiempo y por eso actúan así. No nos confundamos con estas cosas ni con esta gente.

Modern Jazz Quartet


viernes, 8 de julio de 2011

Letras que hago mías: Sol visto desde mayo del 68




Sol visto desde Mayo del 68

Mario Muchnik y Eduardo Arroyo, que participaron en las revueltas de la primavera francesa hace más de 40 años, reflexionan sobre el movimiento del 15-M y su símbolo principal: Sol

EVA CAVERO. El País 05/06/2011

El teatro Odeón se convirtió en símbolo asambleario del 68, las reuniones duraban 23 horas al día. Solo paraban para limpiar. Arroyo hace su lectura: "En ocasiones empapelabas la pared y un estudiante iba por detrás recogiendo. Yo me preguntaba: '¿Qué clase de Revolución es esta?'. Ahora sé que el único que tenía razón era el que limpiaba".

Los indignados han aprendido esta lección, con creces. El civismo de Sol no es el de París. Las revueltas allí fueron crudas: coches volcados e ideas locas como pintar la Sorbona de rojo. Nueve millones de franceses secundaron la huelga. Arroyo, amante de los toros y el boxeo, compara con ironía: "Ayer había 10.000 personas en Sol. Y 23.000 en las Ventas, en los toros de San Isidro". (…)

"Mayo del 68 fue un fracaso, solo quedaron unos Estados más fuertes. En lugar de debilitarlos, les dimos una victoria". Plus jamais ça. Son dos supervivientes de su propia decepción revolucionaria, pero, pese a su escepticismo, sienten simpatía por los indignados. Tal vez Sol, más pacífica en sus formas, llegue a darles una sorpresa.

jueves, 7 de julio de 2011

Letras que hago mías: el matrimonio español




Más democrática e igual de solidaria 
El país 17/6/2011 
Inés Alberdi

El matrimonio español siempre había estado basado en la superioridad del hombre. Así lo decían las leyes sucesivas que obligaban a la esposa a su obediencia. Hasta que la Constitución de 1978 declara que los hombres y las mujeres son iguales en derechos y deberes, incluso dentro del matrimonio.

El cambio de la familia española ha sido extraordinario en estos últimos 30 años. Y el desencadenante fue este: los derechos y libertades de las mujeres dentro del matrimonio. Las obligaciones y la autoridad sobre los hijos se comparten entre la madre y el padre. Todos los hijos son iguales ante la ley y desaparecen los hijos ilegítimos. Todos los ciudadanos nacen legítimamente desde entonces, sean quiénes sean sus padres y sea cuál sea la relación entre su padre y su madre.

Tradicionalmente, la institución familiar en España estaba marcada por las exclusiones, caracterizando a quien podía o no formar parte de ella. En la Constitución del 78 se sientan las bases para que todos puedan formar una familia con los mismos derechos. Poco a poco, ello ha ido tomando fuerza de ley y las personas solteras con sus hijos o las parejas del mismo sexo pueden constituir una familia.



miércoles, 6 de julio de 2011

Letras que hago mías: Contra la discriminación sexual




Tras años de tentativas, el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU dio ayer el primer paso de calado para que se protejan los derechos de los homosexuales. Proclamó la "tolerancia cero" contra cualquier tipo de discriminación o violencia por motivos de orientación sexual y pidió a los países miembros que actúen para poner fin a estos abusos. Siete países castigan a gais y lesbianas con pena la muerte -Mauritania, Sudán, Arabia Saudí, Irán, Yemen, 12 estados del norte de Nigeria y partes meridionales de Somalia- y en 76 existe algún tipo de persecución.

En el texto, redactado por Sudáfrica, se afirma que "todos los seres humanos han nacido libres e iguales en dignidad y derechos". Por este motivo, continúa, "todo el mundo tiene derecho a todos los derechos y libertades, sin distinción de ningún tipo".

La ONU vota por primera vez a favor de proteger a los homosexuales
Tras años de tentativas, aprueba la "tolerancia cero" a la discriminación
El País 17/6/2011

martes, 5 de julio de 2011

Cristianos




Conozco a personas cristianas que son muy generosas y que dan su vida a quien la necesita e, incluso, a quien no la necesita, pero de manera gratuita. Son personas abiertas, tolerantes, cercanas y profundamente admirables por su humanidad.

Y conozco también a otras personas, que igualmente se dicen cristianas, pero que no dan gratis ni los buenos días. No sé si se habrán acostumbrado a dar para recibir a cambio la vida eterna y proyectan eso en cualquier circunstancia o es que les gusta la liturgia y andan de misas y de encuentros y así se sienten curados de su debilidad humana. No he encontrado entre estos ninguno de quien pueda decirse que es abierto o tolerante ni que pueda ser considerado admirable por ninguna virtud. No tienen ningún mensaje positivo que transmitir y más bien son un obstáculo para desarrollar una vida sana y en libertad.

lunes, 4 de julio de 2011

Cuatro años




Político: Después de cada elección tienes cuatro años para trabajar en lo que quieres hacer por la sociedad, para pensarlo y para hacerlo bien. Y para explicarlo de manera que todos nos enteremos. No lo dejes todo para la siguiente campaña electoral porque te vas a llevar otro disgusto.

Y tú, ciudadano, tienes los mismos cuatro años para protestar y para denunciar aquello que no te gusta, para hacer propuestas al partido que más te guste, para usar las redes sociales, para enterarte bien de lo que hay, para estudiar a fondo cómo es uno y cómo es otro. No lo dejes todo sin hacer, porque vendrá la campaña electoral y el día de reflexión y aún no te habrás enterado y seguirás diciendo que eres de izquierdas, pero le darás el poder a la derecha, que se reirá de ti y ni siquiera te dará las gracias.

domingo, 3 de julio de 2011

Don Raye


Las cosas de los curas




Me acabo de enterar que un señor llamado Roberto Esteban Duque, que, según dice él mismo, es sacerdote diocesano de Cuenca, párroco y doctor en Teología Moral, ha escrito una cosa llena de palabras –este señor dirá que es un artículo, pero yo, no- y lo ha publicado en otra cosa que se llama Ecclesia Digital. Información al minuto. Copio aquí sólo el primer párrafo de la cosa. Y tengo que decir algo que no me gusta mucho decir y que lo digo con una cierta desazón: se nota que la cosa y el que ha escrito la cosa son vulgares cristianos de hoy. Y se les nota, no porque sean un ejemplo de amor, de paz, de esperanza, de sabiduría y de humanidad, sino porque, como tantísimos cristianos de hoy, que no saben que han perdido la fe, muestran todo lo contrario, o sea, ignorancia, prejuicios, falta de respeto, grosería, chatez mental y mucha soberbia. Fíjate, lector, lectora, como empieza la cosa. Te sugiero que lo leas dos veces para que te convenzas de que dice lo que crees que dice.
Como está demostrado que la mayoría de los gays no leen -no vayan a pensar ustedes que hoy pueda encontrarse a la vuelta de la esquina, escuchando un concierto mudo, a un lector de Cernuda o Wilde entre los paseantes de Chueca- podríamos comenzar diciendo que el colectivo LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), que tan petulante se desparrama por la calles o alcanza la altura de las carrozas para celebrar el Orgullo, es un colectivo ignorante, asediado por la frivolidad y la ordinariez. ¿No haría inerme esta astenia estética y cultural a cualquier movimiento en la sociedad?
No creo que merezca la pena que leas el resto de la cosa, pero si te pica la curiosidad y quieres conocer mejor cómo fabrican estas cosas estos escribidores de cosas, te dejo el enlace aquí. En todo caso, no te amargues. En la Manifestación del Orgullo había mucha más vida que la que deja entrever esta cosa.



La belleza del Orgullo LGTB de Madrid




Alegría. Sobre todo había alegría esta tarde en la manifestación del Orgullo de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales de Madrid. Era una alegría sana, contagiosa, se podría decir que universal. Y la alegría es bella. Las calles estaban llenas de gente y estaban de fiesta porque hoy se mascaba la libertad y la belleza. No se trataba sólo de pensar, opinar y decir lo que cada cual quería. Era que cada uno se vestía o se desvestía como quería y todos estaban contentos. Era que cada uno le daba la mano o abrazaba o se colgaba de quien quería y no pasaba nada. Era que cada uno le mostraba su cariño a quien le daba la gana y no pasaba nada. Y esa libertad hacía que brillara la belleza. Salía belleza de los cuerpos, de la música, del colorido, de la fiesta. La libertad de esta tarde, tan bella, era una libertad justa, porque a través de ella se gozaba de la igualdad. La libertad es buena y bella, pero sin igualdad no es justa. Y hoy todos éramos iguales. Daba igual el sexo, la edad, la procedencia o los gustos personales. Hoy no había armarios porque todos estábamos en la calle. Y no pasaba nada. Había hasta cristianos homosexuales, pero faltaban los otros. No se vio por allí a los intolerantes, a los homófobos, a los que se creen absurdamente poseídos de una verdad extraña y mala. Si hubiesen estado allí con la mente limpia de prejuicios, hubieran gozado también. Saludé con cariño a Pedro Zerolo. Le di una sonrisa a tod@ el/la que pude. Me pasé seis horas mirando, gozando y haciendo fotos. Volví a casa con la pena de saber que mañana habrá menos alegría, menos libertad, menos belleza y menos justicia, porque no nos dejarán ser iguales. Habría que estar muy alerta para no olvidar quiénes son los que no nos dejan vivir el orgullo de la igualdad.

viernes, 1 de julio de 2011