miércoles, 27 de mayo de 2009

Levanto la mano y la agito


Me gusta explicar que cada norma que seguimos tiene detrás una razón que la justifica, que la hace humana. No hay normas caprichosas y, si alguna lo parece, no hay razón alguna para que la tengamos que seguir. Se debe obedecer lo razonable y no lo caprichoso o lo irracional.

Hay muchas normas que tienen que ver con las manos. Por ejemplo, la norma de saludar dando la mano simboliza una actitud pacífica que viene de cuando se solía llevar la espada en el lado izquierdo de la cintura. Así, con la mano derecha o se usaba la espada o se le ofrecía libre al que se presentaba delante.


Otro ejemplo es el de la cruelísima norma vigente en algunos países musulmanes de cortarle la mano derecha a ciertos ladrones. Tal salvajada la efectúan en la mano derecha porque es la mano pura con la que deben comer. La izquierda es la mano impura. De esta manera se le condena de por vida, no sólo a usar sólo una mano, sino además a tomar los alimentos con una mano impura, sucia.

Pero ¿cuál será la razón por la que, para despedir a alguien, se adelanta la mano hacia arriba, de forma que la vea bien el que se va, e, incluso, se la agita? No sé cuál será el porqué de esa norma, pero me gustaría que a mí me dijeran con ese gesto que me están ofreciendo una mano para que me agarre a ella cuando lo necesite.


Esta es, al menos por mi parte, la intención con la que levanto la mano y la agito cuando se alejan, cada uno hacia su vida, los alumnos de 2º de Bachillerato.

.

3 comentarios:

  1. Es cierto que las manos lo dicen todo. Y hay gente que gesticula estupendamente, vamos, que mueve las manos con armonía y belleza.
    Siempre me fijo mucho en las manos de quien acabo de conocer.
    ¡Cuantas cosas se te ocurren Manuel!

    ResponderEliminar
  2. Profeee, que bonito. Me ha encantado!!! Gracias por todo!!! :D
    Inés.

    ResponderEliminar
  3. QUE BONITOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!

    Un beso :)

    ResponderEliminar

Puedes expresar aquí tu opinión.