miércoles, 1 de octubre de 2008

Paseando por la vida / 3


Estamos dominados por el movimiento y, sobre todo, por la velocidad. Si nos falta la velocidad durante un minuto, nos aburrimos. Cinco minutos de quietud nos pueden matar. Por eso llaman la atención estas personas que están quietas mucho rato, disfrazadas de algo o simulando estatuas de barro. En cierto modo es una triste manera de ganarse la vida sin hacer nada.

3 comentarios:

  1. Me deprime ver a estas "estatuas humanas" por las calles del centro.
    Y ya que hablamos de los que no se mueven en mucho tiempo, aludir a los que practican la pesca, en Cádiz, a lo largo de la ciudad, y son capaces de estar inmòviles horas y horas. Yo los veo antes de ir al mercado y al volver, una hora y media después....y yo sigo corriendo....

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  2. Jajaja!
    Madre mía, yo es que no entiendo como pueden tirarse así horas, con lo hiperactiva que soy yo!
    Que no soporto a la gente que va con la ``pachorra´´ a todas partes! De verdad que me supera!
    La vida está para aprovecharla y sólo se puede conseguir haciendo todo lo posible, no con esa tranquilidad y ese pasotismo.
    ¡HOMBRE UN POCO DE MOVIMIENTO!
    Jejeje...
    Muchísimos besos a todos.
    Esto es magnífico.
    Laura

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  3. Yo, al revés. Prefiero tomarme las cosas con calma...

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